Ahora
que hay que templar tantas gaitas, os voy a hablar de la gaita sanabresa y le
dedico esta entrada a mi querido Javier Celada Quintanilla, o gaiteiro. Ante todo, quiero decir y
digo que la gaita sanabresa no es una gaita “desafinada” sino que su afinación
es distinta del resto de gaitas. Si la gaita gallega y asturiana está afinada
en do, la gaita sanabresa está afinada en mi, lo que le hace tener un repertorio
prácticamente único para ella.
Esta
gaita, también conocida como gaita de fole, parte de un tronco común con las
gaitas gallegas y asturianas, pero en un determinado momento, la sanabresa se
para en su evolución – hechos geográficos y socioculturales lo explican, pero
no podemos entrar en ellos- y se queda tal y como la conocemos en la
actualidad.
Las
diferencias principales con las otras gaitas estriban en que el fole es mucho
mayor y lo es hasta el punto de que algunos gaiteros hábiles cantan y tocan a
la vez; en la afinación a la que ya hemos hecho mención
y en la doble palleta que es mucho más
basta que la de la gaita gallega hasta el punto de que algunos gaiteros la
humedecen en vino, truco usado también por algunos dulzaineros castellanos.
Ángel Vicente Pérez, en su muy
documentado artículo para la Fundación Joaquín Díaz, nos dice:
Pero la gaita de fole no se explica sin la gallega o la asturiana.
Partiendo del mismo tronco común, se desgajó de él en el momento en que estas
dos comenzaron a evolucionar, y la gaita de fole continuó anclada en las mismas
formas y maneras que desde su mismísimo origen. Los modelos con los que
actualmente se está tocando y otros más antiguos que han llegado hasta nuestros
días, no se les sabe asignar muy bien desde cuándo no han evolucionado. Algunos
datan este hecho en torno al siglo XVI o XVII, otros en los siglos XIV o XV. Lo
que sí es cierto es que se pueden encontrar reproducciones iconográficas de la
gaita de fole (que no gallega o asturiana) en las ilustraciones de las Cantigas
de Alfonso X El Sabio, en el pórtico de la Colegiata de Toro de mediados del
siglo XIII, o en una de las sillas talladas de la Catedral de Zamora.
Al par que este instrumento se ancló en el tiempo, se consolidó en una misma área socio-étnicocultural. Siguiendo las fronteras "políticas" actuales (que no culturales) la gaita de fole en sus cuatro estilos (sanabrés, alistano, braganzano y mirandés) se halla, en cuanto al lado español, en las comarcas Zamoranas de Sanabria, La Carballeda, los valles más occidentales de Benavente, Aliste, Tábara, Tierra de Alba, y en menor medida en el sureste de la provincia de Ourense (Concellos de A Mezquita y A Gudiña), así como en el suroeste de la provincia de León. Por el lado portugués se halla localizada limitando con estas comarcas en lo que es el Trás-os-montes tanto en el planalto Braganzano como Mirandés.
Al par que este instrumento se ancló en el tiempo, se consolidó en una misma área socio-étnicocultural. Siguiendo las fronteras "políticas" actuales (que no culturales) la gaita de fole en sus cuatro estilos (sanabrés, alistano, braganzano y mirandés) se halla, en cuanto al lado español, en las comarcas Zamoranas de Sanabria, La Carballeda, los valles más occidentales de Benavente, Aliste, Tábara, Tierra de Alba, y en menor medida en el sureste de la provincia de Ourense (Concellos de A Mezquita y A Gudiña), así como en el suroeste de la provincia de León. Por el lado portugués se halla localizada limitando con estas comarcas en lo que es el Trás-os-montes tanto en el planalto Braganzano como Mirandés.
Espero que os haya gustado esta
entradilla sobre la gaita sanabresa y os emplazo a oír las grabaciones de Los
gaiteros de Pedrazales en donde escucharéis ese sonido telúrico de la gaita más
antigua de España y Portugal.
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