lunes, 27 de diciembre de 2021

PRESUMIR DE PRESUNTO

 

Si en la anterior entrada hablamos de las jambas y el jamón, en ésta vamos a entrar a descubrir por qué razón nuestros hermanos portugueses llaman al jamón presunto. La cosa es sencilla: porque los lusos atienden,  más que a su forma u origen en la extremidad del animal,  a una de las operaciones que se necesitan para conseguir un buen jamón que no es otra que el prensado y salado del pernil porcino. Prensar viene del latín premo cuyo participio de perfecto pasivo es pressus-a-um. De ahí el presunto portugués.

         Y el presunto implicado ¿ de dónde proviene? Pues, como no podía ser menos de otro verbo latino: praesumere, que es un compuesto de la preposición prae + el verbo sumere , es decir, tomar por adelantado o conjeturar pues eso hacemos cuando suponemos algo que no está confirmado. También de este verbo vienen presumir que es “tomar” algo antes de su confirmación y así lo tenemos en su doble acepción en castellano: presumir, es decir, “tenérselo creído” y presuponer en la expresión poco usada ya en castellano que dice así: Yo presumo que el libro estará en ese anaquel. Como anécdota, deciros que a Manolo Cambronero, el gran librero de Valladolid, una señora le pidió un libro y él, culto entre los cultos, le dijo:

-       
 
Presumo que lo tenemos en el almacén.

A lo que la señora, poco conocedora de esta acepción noble y clásica le espetó:

-         Pues no presuma usted tanto y tráigame el libro.

Os lo juro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario