miércoles, 21 de marzo de 2018

SAN MARTÍN DE DUMIO



Martín de Dumio era panonio, es decir, de la provincia romana de la Panonia, actual Hungría. Un buen día, Martín se vino para Gallaecia que por aquel entonces era el reino de los suevos, la Suevia de Pondal. No tenía fama de ser una región muy culta, antes bien al contrario, era tenida como una región casi analfabeta (o sin el casi) tal y como nos dice Braulio de Zaragoza, coetáneo y amigo de San Isidoro de Sevilla.: En el lejano oeste hay un estado analfabeto donde no se siente nada salvo los vientos de tormenta. Lo cierto es que Martín se vino para la capital de aquel reino, Braccara Augusta, y allí se propuso evangelizar a aquellos habitantes que daban culto a las piedras y a los ríos y que nombraban los días con nombres de dioses paganos. Para esa labor, escribió De correctione rusticorum y aquella región empezó a escuchar algo más que vientos de tormenta según la muy exagerada opinión de don Braulio. Como curiosidad, en Portugal los días de la semana se cuentan por feiras pues en la Iglesia la misa es de feria o es de festivo, pero en el resto del mundo romance seguimos con los días dedicados a la Luna, a Marte o al mismísimo Júpiter. Pero no pensemos por eso que Martín fracasó: ni mucho menos pues consiguió que el rey Teodomiro abjurase del arrianismo y, en el primer Concilio de Braga, consigue que se condene al priscilianismo, esa doctrina contra la que también luchó Santo Toribio de Liébana. En Galicia, los paisanos, pese a las prédicas del panonio, han seguido creyendo nas fontes e nos ríos, más o menos hasta el día de hoy. No sé si os ha interesado esta, como siempre, humildísima entrada, pero era necesario hablar de Martín de Dumio cuando ayer fue su fiesta y se merecía el santo panonio este pequeño homenaje.

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