Vamos a
ver ahora a Helena en hechos que sucedieron después de lo narrado en la Ilíada
homérica. Menalao, al entrar en Troya, está a punto de matar a Helena, pero,
cautivado por su belleza, deja caer su espada y se va. La belleza de esta
mujer, -aunque habían pasado más de veinte años, treinta si contamos con que
tardaron diez en reunir las naves para ir a Troya y los veinte que, tal y como
hemos dicho en la entrada anterior, llevaba en Troya-, seguía causando
estragos. Hasta el punto de que Córito (no corito), que era hijo de Paris y de
su primer amor, la ninfa Enone, se enamoró de Helena y su padre lo mató. No se
andaba con tonterías el lindo Paris en cuestiones amorosas.
Tras
la muerte de Paris a manos de Filoctetes,
que lo mató con un flecha disparada desde el arco de Heracles, Helena
“pasó” a otro hijo de Príamo, Deífobo, lo que provocó que un hermano de éste,
Héleno, se marchara de Troya por celos. Este rapaz era adivino como su hermana
Casandra y conocía los oráculos que protegían la ciudad de Ilión. Odiseo, que
siempre estaba al quite, lo hizo prisionero y le obligó a revelar estos
oráculos. Según parece, Helena reconoció a Odiseo cuando entró en Troya
disfrazado de mendigo ( en estos de los disfraces, Odiseo, como Filemón, el
personaje de Ibáñez, era todo un artista), pero no lo delató. Item más, cuando
los griegos entraron con el caballo de madera, Helena, que conocía el plan de
los aqueos, dio varias vueltas alrededor del caballo con Deífobo y, mientras recorría el caballo, iba imitando las voces de las esposas de los
griegos que estuvieron a punto de caer en la trampa. Helena, que como se ve,
jugaba a dos barajas, parece que fue la que, agitando una antorcha, dio la
señal a los aqueos de que los griegos estaban saliendo del caballo.
Tras
la victoria aqueas, Menelao mató a Deífobo y a punto estuvo de matar a Helena;
sin embargo, la “más hermosa” le enseñó sus pechos (que quizás eran lorquianos
y gemían canciones redondas) y Menelao, quizás por aquello de que “pueden más
dos tetas que dos carretas” quedó seducido de nuevo por su “ex”. Ambos regresan
a Esparta, pero el regreso, el νόστος, no fue nada sencillo y tuvieron que pasar
primero por Egipto en donde, al igual que la Sagrada Familia, vivieron una
temporada. Retornaron a Esparta finalmente y el amor volvió a campar en aquella
casa porque Helena dio a luz a Nicóstrato, el segundo hijo que tenía con
Menelao, que en esta ocasión era un varón. (Recordemos que, antes del rapto,
Helena había concebido de Menelao a Hermíone).
Por
lo que se refiere a su muerte, voy a recoger tan sólo una versión, la que nos cuenta
que Helena fue divinizada (en parte ya era divina por ser hija de Zeus y por su
belleza deslumbrante) y enviada a la los Campos Elíseos ( a los de verdad, no a
los de París) o a la isla de Leuce siempre en compañía de Menelao. No quería (pese a lo dicho) quedarme con las
ganas de contaros otra versión o variación que aquella que nos narra cómo Aquiles
y Helena tuvieron un hijo con alas que se llamaba Euforión. Y, para que no me
digáis que no lo cuento con detalle, os relato la de Eurípides en su tragedia Orestes en la que se nos da cuenta de
cómo Orestes y Pílades bajaron al Hades para matar a Helena como causante de la
Guerra de Troya y causante secundaria de sus males pues Orestes y Electra
mataron a Clitemnestra y a Egisto debido a que su padre Agamenón se había ido a
la guerra para salvar la honra de Menelao aunque, en fin y a la postre, es
echarle la culpa de algo que en realidad no tiene porque la culpables son los
adúlteros y no es culpable Helena de ese desaguisado familiar y bastante tenía
ya con el que había cometido contra su propia familia largándose con el guapito
de Parios. En fin, que no la encontraron porque Apolo la había divinizado y se
la había llevado al Olimpo que era su lugar natural pues, os recuerdo de nuevo,
era semidivina por nacimiento. Y hasta aquí la muy azarosa vida de Helena de
Troya o de Esparta. En la entrada próxima os cuento de los diferentes hijos y
esposos que tuvo para que os quede claro y hasta os voy a hacer un cuadrito
para que lo comprendáis mejor. Pedagógico que es uno.
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