¡Qué gran alegría haber conocido a este poeta en
asturiano mientras preparaba unas clases! Nada sabía de él y la lectura de sus
poemas en La mirada aliella ha sido,
sin lugar a dudas, una de las mejores lecturas de la primavera. Grandísimo
poeta que demuestra lo que es ya un tópico: que nada importa la lengua para la
creación literaria. Nacido en Tuña, en el Concellu de Tineo, como mi amigo de
juventud, Gonzalo Cosme Santiago, sus poesías tienen esa emoción de la buena
lírica que se echa de menos en estos tiempos. Pero no debo seguir porque, como
dicen en las películas, todo lo que dijera se podía usar en mi contra y porque
lo bueno no necesita demostración: se muestra por sí mismo a los lectores
sensibles y que no han caído en lectura de las poesía para analfabetos
funcionales que “funciona” en estos últimos años.
CUTARIELLU
Como
l’aire na tarde d’aquel tesu
apacible
ya amable pa min yeres,
amiga,
cuando m’ufríes nes manes
la
lluz, ya les tues palabres sonaben
secretes
na solera de la nueche.
Llonxe,
esparcides pel valle, unes cases
maduraben
al sol tebio del brano.
Xuntos
sentiemos l’inquietu enredar
de
los nenos, el ruxir de la yerba
onde
una culuebra que s’esguilaba
texía
ente nós l’amor d’estos versos.
Les
seques palabres entretuviémonos
llabrándoles
con voz ronca ya allegre.
Naquel
agosto amburaba la tierra
un
ardiente, silenciosu deseyu.
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