Si hace
unos días le tocaba el turno al Menino Jesus da Cartolinha, esta tarde traigo
al blog la también muy conocida imagen del Niño Jesús de Praga. La imagen, que
la tradición popular dice que tuvo entre sus manos Santa Teresa de Jesús, parece
que fue tallada en España y que pasaba de padres a hijos entre los varones de los
condes de Treviño y los Duques de Nájera, es decir, los Manrique de Lara. Fue una señora
española, doña María Manrique de Lara, la que lo llevó a Viena de la manera que os
cuento que es , a su vez, la breve posible. Resulta que doña María Maximiliana de Lara y Mendoza se casó en Praga
con el canciller Vratislao de Pernestano – Pernstein y tuvieron una hija, por
nombre Polixena que dio en casarse con Zdenko Lobkowicz en 1603 y fue, con ocasión de ese enlace matrimonial, cuando la señora María Maximiliana tuvo la
feliz idea de regalarle a Polixena, como regalo de bodas, la imagen del muy
venerado Niño Jesús de cera que había pertenecido desde su talla a los Manrique
de Lara. Paralelamente a esta historia, tenemos que decir que el emperador
Fernando II, para dar gracias por la victoria en la batalla de la Montaña
Blanca en 1620, había fundado en Viena un convento de carmelitas. Lo cierto es
que Polixena decidió regalar el niño al convento y así en 1628 el Santo Niño
pasó al convento de las carmelitas descalzas de Viena que hoy es la iglesia de
Nuestra Señora de la Victoria. Durante
el siglo XVII, con las invasiones de sajones y suecos, el niño sufrió la
pérdida de las manos que tuvieron que ser sustituidas por otras nuevas. Su
devoción está extendida por el mundo entero y no es difícil encontrar imágenes
suyas en cualquier tienda de objetos sagrados. Y hasta aquí el segundo Niño
Jesús del que quería hablaros.
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