martes, 27 de julio de 2021

JOSÉ ANTONIO MUÑOZ ROJAS

 


La poesía de Muñoz Rojas es la poesía de un andaluz del campo, de un hombre que vivía cada atardecer, cada madrugada, cada mediodía en esa tierra irrepetible. A don Dámaso Alonso le gustaba mucho ese libro prodigioso que se titula Las cosas del campo. Muñoz Rojas era de Antequera y vivió cien años que le hicieron ver casi todo el siglo XX plagado de “ismos” y de escuelas. Trabajó en el banco UrquiJo, pero su alma estaba en el campo porque quizás en la ausencia es donde es más viva la presencia. Además de recomendaros la lectura de Las cosas del campo que se publicó en Málaga, en 1951, en una editorial que lleva por hermoso nombre El Arroyo de los Ángeles, os recomiendo la lectura de sus Cantos a Rosa de cuyo contenido os copio un poema:

XVII

Le dije: ven aquí. Te quiero, Rosa.

Mira los tilos, mira las gayombas

volcándose en el aire. Tú no sabes

lo que siente cuando se derrama

un tilo en las espaldas. Quien no tenga

una mano al alcance cuando cae

dulce y lenta la lluvia de los tilos,

perecerá. Entonces ella dijo:

¿Qué sabes tú de muerte, ni dulzura?

 

         Por cierto, como en estos tiempos hay que explicarlo todo, hasta lo evidente, aviso de que las gayombas son unos arbustos emparentados con las retamas (papilionáceas) cuyas flores, tal y como explica a las mil maravillas el nombre latino, tienen forma de mariposas que en latín se dice papilio, -onis.

         Decía esto no vaya a ser que alguno confunda las gayombas con los gayumbos y acabe el poema como el rosario de la aurora con Muñoz Rojas diciéndole a su Rosa del alma que le mire los gayumbos volcándose en el aire.

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