Los
Ayacuchos era el término despectivo con el que se conocía a los militares
españoles que habían participado en la gran derrota del ejército español en la
guerra colonial de Hispanoamérica. Estos militares, agrupados en torno a
Baldomero Espartero, tuvieron una gran influencia en la Regencia que dirigió el
general manchego entre 1840 y 1843 y fueron estos que señalo: Estos militares
eran José Ramón Rodil, García Camba,
Isidro Alaix,
Antonio
Seoane[] y Francisco
Linage, secretario militar de
don Baldomero. Esta batalla, fin de la guerras de independencia
hispanoamericanas, tuvo lugar en 1824 y lo más gracioso del asunto es que en
ella jamás participó Espartero. Esta influencia militar que comenzó con este
grupo de espadones fue conocido en la política como ruido de sables y se siguió
oyendo en España hasta el golpe de Tejero. Este maléfico ruido ha sido tan
fundamental en nuestro país que hay que contar con él para entender la historia
de España durante más de ciento cincuenta años. Galdós, mi gran Galdós,
consigue un Episodio Nacional soberbio en el que “vemos” la muerte de Diego de
León que se había levantado contra la reina María Cristina, viuda de Fernando
VII y otros episodios históricos de la época junto a una trama amorosa tan bien
tejida que hace que cada día mi admiración por el maestro canario suba en
muchos grados. De verdad, don Benito muchas gracias por haber escrito tanto:
siempre me quedará algo suyo por leer.
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