Me
compré el otro día este libro del que os hablo porque había sabido de su publicación en Facebook, en
la página de Enrique García- Máiquez,
gran poeta gaditano. Es una colección de aforismos de mi muy amado Luis Rosales
a quien tuve la suerte de conocer en aquellas noches irrepetibles de
Cercedilla. Desayunaba don Luis con su María en la cafetería Florida que
regentaban Victorino y Mercedes con la ayuda de sus hijos. Era una época feliz
y la presencia del poeta con sus claros ojos lo llenaba todo de una luz
especial: la luz de la juventud. No puedo negar que me acerqué a este libro con
una cierta reluctancia: ¿Mi don Luis en pastillas? ¿Puede ser condensado tan
excelso poeta en píldoras? Y lo leí y, mientras lo leía, sentía que en esas
píldoras estaba el mejor Rosales en esas dosis homeopáticas y pensaba que
quizás ese libro podía acercar a muchos a un poeta ya casi olvidado por la
modernidad. Aviso que no son aforismos, sino fragmentos de poemas ordenados por
libro que dan una visión nueva del poeta granadino. ¡Enhorabuena Enrique García
- Máiquez por esta selección que, según cuentas, te surgió porque ibas
anotando, mientras hacías la edición de sus obras, los versos que te gustaban,
que se te quedaban en el corazón! Os recomiendo su lectura y, sobre todo, que
llevéis estos aforismos a las entretelas del alma. Son su sitio natural.
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