martes, 31 de agosto de 2021

LA GRANDEZA DE PÍNDARO

 


Μή, φίλα ψυχά, βίον ἀθάνατον σπεῦδε,

τὰν δ’ἔμπρακτον ἄντλεῖ μαχανάν.

 

                ¡Qué hermosos versos estos que nos regala Píndaro en su Pítica III! No cabe más comentario que mi humilde traducción/traición de humilde profesor de lenguas muertas (pero muy vivas en los corazones cultos). Por cierto, con esta maravillosa cita, Paul Valery encabeza su Cementerio marino, pero eran otros tiempos. Pero vamos con la traducción:

No busques, alma mía, una vida inmortal; por el contario, apura el recurso hacedero.

        Si toda la filosofía después de Platón son notas a pie de página, puedo decir lo mismo de toda la poesía después de Píndaro. Es exagerado, pero su “miaja” de verdad tiene.

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