domingo, 16 de octubre de 2022

FRANCISCO DE ICAZA O SER CIEGO EN GRANADA

 


Como ando muy obsesionado con Granada desde nuestra visita otoñal, vuelvo a esos versos que se pueden leer en la Torre de la Vela y que tengo delante en mi humilde escritorio:

 

Dale limosna, mujer,

que no hay en la vida nada

como la pena de ser

ciego en Granada.

 

         Estos versos son de Francisco de Asís de Icaza y Beña, un escritor mexicano que pertenecía a la más rancia nobleza de los españoles asentado en México.  Había nacido el 2 de febrero de 1863 en Ciudad de México y se dedicó, desde su juventud, a la carrera diplomática. Algunos de sus libros de poemas son Efímeras (1892), La canción del camino (1895) o Cancionero de la vida honda y la canción fugitiva ( 1922)

         Los versos de Granada vienen porque se casó con una jovencita a la que doblaba la edad, de nombre Beatriz de león y Loynaz que, aunque nacida en La Habana,  se había criado en Granada. De este matrimonio, nació Carmen de Icaza de León que fue una famosa novelista de novelas rosas.

         Muchas teorías hay sobre quién fue el ciego del que habla Icaza en sus versos, pero eso da para mucho y hay que aprovechar estas tardes que nos regala el otoño.

         Bástale a cada día su afán y para otra entrada, hablamos de la hija y del ciego.

 

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