jueves, 31 de agosto de 2023

SORTES VERGILIANAE

 

Lo que ya peinamos canas recordamos cómo en los tribunales de oposiciones, para asignarte un texto en latín o en griego y traducirlo, metían, en ocasiones, el DNI del opositor y abrían el libro por donde el “plastiquillo” se había abierto camino entre las páginas. Pues ya veis, eso era, de alguna manera, una sors vergiliana. Las sortes vergilianae fueron durante muchos siglos un método de adivinación que usaba de las obras de Virgilio para predecir el futuro. Alguien abría al azar un libro de Virgilio e interpretaba, más en concreto, allí donde sus ojos se posaban,  lo que le salía escrito Y. Francisco López Jurado ha escrito un libro sobre las sortes que merece la pena leer y el gran Theodor Haecker en su obra cuasi divina Virgilio, padre de Occidente, cuenta cómo un inglés, amante de Virgilio, abría sus libros con la intención de saber cómo se iba a desarrollar la llamada Gran Guerra o Primera Guerra Mundial. Cuenta el filósofo alemán que, después de la caída de Rusia, los ojos del inglés se fueron a posar sobre el pasaje en el que se describe el final de Príamo:

iacet ingens litore truncus

avulsumque humeris caput et sine nomine corpus.

que en castellano dice así:

yace en la playa el enorme tronco

y ha sido arrancada de los hombros la cabeza: un cuerpo sin nombre.

         Suponemos que el inglés interpretó este cuerpo de Príamo en la playa como la Rusia que había caído.

         Recordad que san Agustín en sus Confesiones, nos cuenta cómo estando en el jardín de su casa escuchó una voz que le decía tolle, lege. Otros dicen que eran unos padres que se lo decían a su hijo en un jardín vecino. Es igual, Agustín de Hipona cogió la Biblia y la abrió “al azar” por un texto paulino en el que se invoca a Cristo en la pureza: “al que esté flaco en la fe, recibidlo”.

         Pues ya veis, entre el ruso y san Agustín creo que os ha quedado más o menos claro en qué consisten las Sortes vergilianae de las que os invito a usar cuando gustéis y, muy en especial, cuando no tengáis claro vuestro futuro.



 

LA ASUNCIÓN DE NUESTRA SEÑORA

 

  


Hacia mediados de este mes que se acaba, andaban casi todos los pueblos de España en fiestas, bien por la Asunción, bien por San Roque, santo muy querido pues es el abogado contra la peste. Vamos a ver un poco de la Asunción de Nuestra Señora.

         Desde, aproximadamente, el siglo IV, la liturgia oriental recoge una fiesta conocida como el Recuerdo de María en la que se celebraba la entrada en el cielo de la Virgen María, pero una entrada en cuerpo y alma. ¿Cómo pudo ser este tránsito? Pues para no hacer pasar a la Virgen por el paso de la muerte, que sí que lo atravesó su Hijo, en el siglo VI, se empezó a hablar de la dormición de la Virgen (κοίμησις).  Para los teólogos, el que ascendiera sólo su alma o que fuera asunta en cuerpo y alma  no era asunto  baladí pues, al morir, es nuestra alma la que va al cielo, pero el cuerpo queda en la tierra esperando la resurrección del final de los tiempos y el barro mortal se ve sometido a un proceso de descomposición. Se pensó que María, que ya había sido dotada por Dios de otra gracia como la del nacimiento sin pecado pues sin pecado había sido concebida (Inmaculada Concepción de María), no tenía que esperar hasta el final de los tiempos y así Dios la elevó (assumere y assumptio, en latín, revelan que la persona es elevada, no que se eleva por sus propios medios que es ascendere) hasta el cielo con su cuerpo y con su alma. Para que lo entendáis mejor, ese aparato que nos sube hasta los pisos lo llamamos ascensor porque sube por sus propios medios y en la palabra vemos la raíz ascen + el sufijo de agente -tor o –sor. Suponemos que el cuerpo, en la Gloria,  ya será el cuerpo glorioso del que disfrutó Cristo después de su Resurrección.

         El tema de la dormición ha dado lugar a numerosos cuadros en los que se ve a la Virgen en la cama en el momento del Tránsito (en tiempos, era un nombre de mujer  que se apocopaba en Transi)

         Lo curioso es que no fue dogma de fe hasta hace cuatro días, más en concreto el  1 de noviembre de 1950 cuando el Papa Pío XII publicó la constitución apostólica Munificentissimus Deus, que podríamos traducir como generosísimo Dios pues fue todo un rasgo de generosidad por parte de Dios el hacer a la Virgen este singular regalo.

Así dice en latín la constitución apostólica en la que se puede apreciar el plural mayestático en el que escribe el papa pues utiliza nos en lugar de yo (ego):

Quapropter, postquam supplices etiam atque etiam ad Deum admovimus preces, ac Veritatis Spiritus lumen invocavimus, ad Omnipotentis Dei gloriam, qui peculiarem benevolentiam suam Mariae Virgini dilargitus est, ad sui Filii honorem, immortalis saeculorum Regis ac peccati mortisque victoris, ad eiusdem augustae Matris augendam gloriam et ad totius Ecclesiae gaudium exsultationemque, auctoritate Domini Nostri Iesu Christi, Beatorum Apostolorum Petri et Pauli ac Nostra pronuntiamus, declaramus et definimus divinitus revelatum dogma esse : Immaculatam Deiparam semper Virginem Mariam, expleto terrestris vitae cursu, fuisse corpore et anima ad caelestem gloriam assumptam.

Que viene a ser en castellano:

Por tanto, después de elevar a Dios muchas y reiteradas preces e invocar la luz del Espíritu de la Verdad, para gloria de Dios omnipotente, que otorgó a la Virgen María su peculiar benevolencia; para honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte; para acrecentar la gloria de esta misma augusta Madre y para gozo y alegría de toda la Iglesia, por la autoridad de Nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y por la nuestra, pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma de revelación divina que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrena, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celeste.

         En fin, supongo que la mayoría de los cofrades de las innumerables cofradías que han dado vivas a la Virgen durante estos días no saben de esta misa la media, pero no tiene importancia. Tampoco tiene por qué saberlo las numerosas Asunciones que celebran su santo el 15 de agosto o unas pocas Transitos (Transi para los amigos) que, en igual día también han estado de santo porque para amar a Nuestra Señora no hace falta saber teología como no hace falta, para amar a nuestras madres, novias o esposas haberse leído gruesos libros sobre la teoría del amor. El amor se siente y se vive y por eso, permitidme que cierre esta entrada con un ¡viva la Virgen!

         El cuadro que ilustra la entrada es de Anibale Carracci, un pintor que me encanta.

 


miércoles, 30 de agosto de 2023

CORIOLANO

 

¡Qué historia más triste la de Cayo Marcio Coriolano! Era de la gens Marcia y había sometido a los volscos, pero su comportamiento con la plebe, que hacía poco que habían conseguido su tribuno propio, el conocido como tribuno de la plebe, un antecedente de nuestro defensor del pueblo, fue despótico y cargado de desprecio. Debía su cognomen a la toma de la ciudad volsca de Corioli y era tenido por un héroe, pero tuvo la terrible idea de prohibir el reparto de trigo a la plebe, acción temeraria y desafortunada que provocó su destierro. Entonces Coriolano se refugió en tierras volscas y, lleno de ira, se levantó contra Roma acaudillando un ejército volsco con el que llegó a las mismas puertas de Roma. Sin embargo, su madre, Vituria, y su mujer, Volumnia, le convencieron para que se retirara y no atacara su propia patria. Entre su madre y su mujer lo convencieron (no voy a repetir aquello que pueden más dos tetas que dos carretas) y Coriolano se volvió al territorio volsco. Pero tampoco pudo vivir en paz pues algunos volscos, que estaban cansados y le tenían envidia por lo bien que hacía su trabajo, consiguieron que se le condenara a muerte y Aufidio decretó su lapidación inmediata y sin ni siquiera escuchar la sentencia no fuera a ser que se pasara a los romanos de nuevo y les diera algún disgustillo.

         Con Temístocles, coetáneo de Coriolano y salvador de Atenas en Salamina,  pasó algo parecido. Exiliado de Atenas,  se marchó a la casa de Admeto de Epiro, rey de Molosia, que era su enemigo, pero Temístocles s disfrazó de mendigo y pudo parlamentar con él. Hay que decir en su descargo que Temístocles jamás marchó contra Atenas.

         El asunto de Coriolano ha dado  juego literario empezando por el ya mencionado Plutarco y siguiendo por  Shakesperae que le dedicó una tragedia de igual nombre para la que siguió, como suele ser habitual en el inglés “nuestras” Vidas paralelas de Plutarco ( digo nuestras por lo mucho que las hemos citado y usado durante este verano). Me gusta la visión del escritor inglés pues resalta que, tanto en Roma, como en tierras de los volscos, Coriolano no supo conservar el punto medio y exageró su celo hasta tal punto que se hizo odioso para un bando y para el otro. 

            Vamos que lo del Μηδὲν άγαν ne quid nimis parece que no iba con él. No me quedaría a gusto si no os digo que Beethoven compuso una obertura para la obra de igual título de Heinrich Joseph von Collin, secretario áulico del emperador de Austria, pero no para la de Shakespeare (como a veces se cree sin fundamento) que es la que ha transcendido, quedando la de Collin en el más sonoro silencio y olvido, tan sólo recordada porque el “sordo genial”, como le llamaba Fernando Argenta, le escribió la obertura Op. 62. Estas cosas, la verdad, suelen pasar en la vida. ¡Qué le vamos a hacer!

 

 

lunes, 28 de agosto de 2023

EL CARNICERITO DE ROMA

 

 


         De todos es conocida la crueldad que conllevan las guerras civiles no sólo en España, sino en cualquier lugar en donde el deseo de sangre del ser humano las provoque. Recordemos que a Carlos Arias Navarro se le conoció como el “Carnicerito de Málaga” y no porque se hubiera dedicado al noble arte de Cúchares como el Carnicerito de Úbeda, sino por la mucha gente que “paseó” en la Guerra Civil del 36. Bueno pues Roma tuvo también su “carnicerito” y fue un personaje que nos está resultando muy conocido este verano: Pompeyo el Grande. Quizás arrastrados por Lucano, cuya Farsalia es una obra cuasi hagiográfica del Magno, podemos tener la impresión de que Pompeyo Magno fue un santiño de Deus y os puedo decir que nada más lejos de la realidad. Vamos a ver cómo actuó en la guerra de civil de Mario contra Sila.

         No podemos entrar en detalle en esa guerra entre Mario y Sila tan sólo decir que, tras la guerra, se produjo una proscriptio tan terrible como se suele dar tras una guerra civil. Sila promulgó su lex Cornelia de proscriptione que, con carácter retroactivo, permitía el asesinato impune de cualquier romano además de la confiscación de sus propiedades.  Para ello, creó unas listas en donde se apuntaba a los que iban a ser confiscados y paseados. Sila y sus allegados (sin ir más lejos, Craso) se hicieron inmensamente ricos con las expropiaciones. Su saña llegó al extremo que no se perdonó ni a los muertos y así las cenizas de Mario fueron exhumadas y arrojadas al Anio. Viene a colación el hablar de estas atrocidades porque, entre los seguidores de Sila, hubo un jovencito que se “aplicó” con ahínco a su tarea de “dar el paseo”; tanto es así que se le conoció como el adulescentulus carnifex, es decir, el “adolescente carnicero”. Ese jovencito era Pompeyo del que ya sabemos algunas cosillas pues le hemos dedicado algunas entradas en este blog.

         La verdad, no nos sirve de consuelo que las guerras civiles hayan sido tan salvajes en todas las épocas y, al contrario, nos hace pensar que el mysterium iniquitatis, basado en la libertad o libre albedrío del ser humano,  ha hecho estragos y, por desgracia, hará mientras el mundo sea mundo y los humanos, humanos. Los historiadores dicen que no ha habido ni un solo momento de paz en la historia universal. Cunetas con cadáveres hay todas las épocas y todos los países porque la condición humana lleva a ensañarse con los iguales y, cuantos más cercanos, peor porque al odio de la guerra “per se” se une el odio por rencillas domésticas (muchas veces banalidades) y así se acaba matando al enemigo no porque tenga otras ideas,  sino porque, por ejemplo, su familia movió una linde en una tierra. Hace unos meses lo veíamos con Lorca cuya muerte vino tanto por lo político como por el odio entre las familias de la Vega granadina.      

Lo dicho: que no tenemos arreglo.

PEMÁN EN LA PISCINA

 


 

Hace ya unos años, mi buen amigo Miquel Arrufat Pujol, con ocho apellidos catalanes, como broma tras la cena en un lugar idílico al pie de la Laguna Negra, se puso a traducir poemas de Machado al catalán. Y así tradujo éste:


Ayer soñé que veía

a Dios y que a Dios hablaba;

y soñé que Dios me oía...

Después soñé que soñaba.

 

El poema machadiano, por obra y gracia de su traducción, se convirtió en:

Ahir vaig somiar que veía

a Deu i que a Deu parlava;

i vaig somiar que Deu em sentía…

Després vaig somiar que somiava.

        

Pero que cuando uno de nosotros le propuso el cantar popular  que Machado usa como epígrafe en su Saeta, cantada por Serrat y recantada por miles de cantantes, ya sabéis, esos que dicen:

¿Quién me presta una escalera,

 para subir al madero

 para quitarle los clavos                     

a Jesús el Nazareno?

 

Miquel no pudo seguir y nos dijo:

-         No puedo traducir estos versos al catalán.

-         ¿Por qué, Miguel?

-         Porque soy catalán y yo no presto, vendo.

 

Bromas aparte, Miquel me propuso que, para el año siguiente, en esos encuentros poéticos sorianos, lo dedicáramos a Pemán. Le dije que no, que Pemán me resultaba pesado, tanto en su poesía “laica” como en la religiosa o espiritual. Y así quedó la cosa.

Resulta que este año he encontrado en un anaquel de mi biblioteca un tomito de mi muy querida colección Austral con una antología poética de Pemán y me la he llevado a la piscina que veis en la fotografía de la entrada. No sé si por influencias de las ondinas que habitan las aguas o de las Anjanas, lo cierto es que me ha encantado y he sentido que hace ya algunos años le dijera a Miquel que Pemán no me gustaba. He disfrutado enormemente de una poesía con ese perfume antiguo, sencillo, a colonia de esa que mi abuela María tenía en los vasares de la cocina. Los cultos me diréis que  no aportó nada, que se mantuvo en la línea de un Campoamor, que ni siquiera se acercó a la poesía que sus paisanos y coetáneos del 27 estaban haciendo, pero eso a mí me da igual. Tan sólo quiero deciros que lo he leído y que me ha gustado y que os dejo un poema suyo para que los que no tengan prejuicios lo lean. A los otros, que les den por el bul.

A la vera del prado             

se dormía la niña                

con el son de las hojas del álamo.         

 

El viento de la sierra,          

pasito, paso,                

pasaba sobre el trébol,                 

como peinándolo.                

 

Vientecito, no me despiertes                 

a la niña de los ojos garzos,         

¡que se encelan las flores!             

¡que se encelan los pájaros!          

 

Déjala que duerma              

a la vera del prado,             

déjala que duerma              

con el son de las hojas del álamo.

viernes, 25 de agosto de 2023

POMPEYO EL JOVEN

 



                                                                                            Dejadme que ya, 
para ir terminando este mes de agosto os hable del hijo mayor de Pompeyo, Gneo Pompeyo el Joven. El general romano lo tuvo con Mucia Tercia, su tercera esposa. Recordemos que, tras cruzar César el Rubicón e iniciarse la guerra civil, una de tantas en la historia de Roma, Pompeyo huyó hacia el este con sus hijos Gneo y Sexto. Allí tuvo lugar la batalla de Farsalia (48 a. C.) y Pompeyo huyó a Egipto en donde fue asesinado tal y como os conté en una entrada anterior. Aún faltaban cuatro años para los Idus de marzo y César estaba más vivo que nunca. Gneo y Sexto se unieron en África para luchar contra César y en esa lucha los acompañaron Metelo Escipión y Catón el Joven o Catón de Útica como se le conoce en la historia para diferenciarlo de Catón el Censor. Estos dos últimos fueron derrotados por César en Tapso (46 a. C) y Catón se suicidó. Cneo escapó de nuevo y se reunió en las Islas Baleares con Sexto que andaba hecho un pirata dándole quebraderos de cabeza a César. Los dos hermanos cruzaron a Hispania y en nuestra tierra reunieron un nuevo ejército con el que se volvieron a enfrentar a César en la batalla de Munda (45 a. C). En ella muere Tito Labieno, pero los hermanos Pompeyo consiguen escapar con desigual suerte: Gneo fue capturado y ejecutado por traición el 12 de abril de ese mismo año, pero Sexto consiguió escapar al país de los lacetanos en donde vivió del robo hasta que consiguió reunir una banda de seguidores con los que se encaminó a la Bética en donde gobernaba Cayo Carrinas. Tomó Carteia (en la actual provincia de Cádiz, más en concreto en San Roque) y otras ciudades béticas. Lo que sigue os lo cuento en la entrada dedicada al menor de los hermanos.

EL JOVEN RICO Y GABRIEL MIRÓ

 

 


El Evangelio del pasado lunes, día 21 de agosto,  nos hablaba del joven rico y decía así:

Καὶ ἰδοὺ εἷς προσελθὼν αὐτῷ εἶπεν, Διδάσκαλε, τί ἀγαθὸν ποιήσω ἵνα σχῶ ζωὴν αἰώνιον; ὁ δὲ εἶπεν αὐτῷ, Τί με ἐρωτᾷς περὶ τοῦ ἀγαθοῦ; εἷς ἐστιν ὁ ἀγαθός. εἰ δὲ θέλεις εἰς τὴν ζωὴν εἰσελθεῖν, τήρησον τὰς ἐντολάς.λέγει αὐτῷ, Ποίας; ὁ δὲ Ἰησοῦς εἶπεν, Τὸ Οὐ φονεύσεις, Οὐ μοιχεύσεις, Οὐ κλέψεις, Οὐ ψευδομαρτυρήσεις, Τίμα τὸν πατέρα καὶ τὴν μητέρα, καί, Ἀγαπήσεις τὸν πλησίον σου ὡς σεαυτόν.λέγει αὐτῷ ὁ νεανίσκος, Πάντα ταῦτα ἐφύλαξα· τί ἔτι ὑστερῶ;ἔφη αὐτῷ ὁ Ἰησοῦς, Εἰ θέλεις τέλειος εἶναι, ὕπαγε πώλησόν σου τὰ ὑπάρχοντα καὶ δὸς τοῖς πτωχοῖς, καὶ ἕξεις θησαυρὸν ἐν οὐρανοῖς, καὶ δεῦρο ἀκολούθει μοι.ἀκούσας δὲ ὁ νεανίσκος τὸν λόγον ἀπῆλθεν λυπούμενος, ἦν γὰρ ἔχων κτήματα πολλά.

En aquel tiempo, se acercó uno a Jesús y le dijo: “Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno para conseguir la vida eterna? Jesús le dijo: “¿Por qué me preguntas sobre lo bueno? Uno sólo es Bueno. Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le preguntó: “¿Cuáles?”. Jesús le contestó: “No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio; honra a tu padre y a tu madre y ama al prójimo como a ti mismo”. El joven le dice: “Todo eso lo he cumplido ¿qué me falta?”. Le respondió Jesús: “Si quieres ser perfecto, ve, vende todos  tus bienes y ése dinero dáselo a los pobres; así tendrás un tesoro en el cielo. Y luego, ven y sígueme. Al escucharle el joven, se marchó entristecido, pues era muy rico. Mateo 19. 16-22

         Fijaos que no es hasta bien avanzado el texto cuando el evangelista nos dice que era un joven: ὁ νεανίσκος. Es un pasaje del Evangelio muy conocido, pero quiero daros una visión maravillosa que escribe mi muy amado Gabriel Miró en sus Figuras de la Pasión del Señor. Allí, el escritor alicantino enlaza este texto evangélico con este otro de Marcos 14, 51-52:

 

Καὶ νεανίσκος τις συνηκολούθει αὐτῷ περιβεβλημένος σινδόνα ἐπὶ γυμνοῦ, καὶ κρατοῦσιν αὐτόν· ὁ δὲ καταλιπὼν τὴν σινδόνα γυμνὸς ἔφυγεν.

Y un joven  lo acompañaba, vestido tan sólo con una túnica  y a éste  lo detuvieron. Pero él,  dejando la sábana, huyó desnudo.

         Miró en sus Figuras de la Pasión del Señor supone que este joven que huyó desnudo,  que para algunos exégetas era el propio Marcos, no era otro que el joven rico que, al final, se había decidido a seguir a Jesús y había llegado con él hasta Getsemaní.

         Preciosa visión del gran escritor alicantino que tantas horas de buena lectura me ha proporcionado.

lunes, 21 de agosto de 2023

LA MUERTE DE POMPEYO

 


         Cierto es que casi todo el verano llevamos con Plutarco, pero es que su manera de escribir es tan atrayente y su finura psicológica es tanta que supone un alivio para el ferragosto boecillano. Vamos a ver cómo describe la muerte de Pompeyo el Magno en la Vida de Pompeyo:

ἀσπασάμενος οὖν τὴν Κορνηλίαν προαποθρηνοῦσαν αὐτοῦ τὸ τέλος, καὶ δύο ἑκατοντάρχας προεμβῆναι κελεύσας καὶ τῶν ἀπελευθέρων ἕνα Φίλιππον καὶ θεράποντα Σκύθην ὄνομα, δεξιουμένων αὐτὸν ἤδη τῶν περὶ τὸν Ἀχιλλᾶν ἐκ τῆς ἁλιάδος, μεταστραφεὶς πρὸς τὴν γυναῖκα καὶ τὸν υἱὸν εἶπε Σοφοκλέους ἰαμβεῖα·

Ὅστις δὲ πρὸς τύραννον ἐμπορεύεται,
κείνου ‘στὶ δοῦλος, κἂν ἐλεύθερος μόλῃ.

Ταῦτα δ’ ἔσχατα πρὸς τοὺς ἑαυτοῦ φθεγξάμενος ἐνέβη· καὶ συχνοῦ διαστήματος ὄντος ἐπὶ τὴν γῆν ἀπὸ τῆς τριήρους, ὡς οὐδεὶς παρὰ τῶν συμπλεόντων ἐγίνετο λόγος φιλάνθρωπος πρὸς αὐτόν, ἀποβλέψας εἰς τὸν Σεπτίμιον, "Οὐ δή πού σε," εἶπεν, "ἐγὼ γεγονότα συστρατιώτην ἐμὸν ἀμφιγνοῶ;" κἀκεῖνος ἐπένευσε τῇ κεφαλῇ μόνον, οὐδὲν προσειπὼν οὐδὲ φιλοφρονηθείς. πολλῆς οὖν πάλιν οὔσης σιωπῆς ὁ Πομπήϊος ἔχων ἐν βιβλίῳ μικρῷ γεγραμμένον ὑπ’ αὐτοῦ λόγον Ἑλληνικόν, ᾧ παρεσκεύαστο χρῆσθαι πρὸς τὸν Πτολεμαῖον, ἀνεγίνωσκεν. ὡς δὲ τῇ γῇ προσεπέλαζον, ἡ μὲν Κορνηλία μετὰ τῶν φίλων ἐκ τῆς τριήρους περιπαθὴς οὖσα τὸ μέλλον ἀπεσκοπεῖτο, καὶ θαρρεῖν ἤρχετο πολλοὺς ὁρῶσα πρὸς τὴν ἀπόβασιν τῶν βασιλικῶν οἷον ἐπὶ τιμῇ καὶ δεξιώσει συνερχομένους. ἐν τούτῳ δὲ τὸν Πομπήϊον τῆς τοῦ Φιλίππου λαμβανόμενον χειρός, ὅπως ῥᾷον ἐξανασταίη, Σεπτίμιος ὄπισθεν τῷ ξίφει διελαύνει πρῶτος, εἶτα Σάλβιος μετ’ ἐκεῖνον, εἶτα Ἀχιλλᾶς ἐσπάσαντο τὰς μαχαίρας. ὁ δὲ ταῖς χερσὶν ἀμφοτέραις τὴν τήβεννον ἐφελκυσάμενος κατὰ τοῦ προσώπου, μηδὲν εἰπὼν ἀνάξιον ἑαυτοῦ μηδὲ ποιήσας, ἀλλὰ στενάξας μόνον, ἐνεκαρτέρησε ταῖς πληγαῖς, ἑξήκοντα μὲν ἑνὸς δέοντα βεβιωκὼς ἔτη, μιᾷ δ’ ὕστερον ἡμέρᾳ τῆς γενεθλίου τελευτήσας τὸν βίον.

Vidas Paralelas. Pompeyo. 79

El texto griego dice más o menos así:

         En efecto, saludando a Cornelia (su quinta y última mujer), que de manera anticipada lloraba su muerte, y ordenando que se embarcaran primero dos centuriones, a su liberto Filipo y a un esclavo por nombre Escita, cuando Aquilas le dio, la mano, volviéndose a su mujer y hacia su hijo, recitó  unos yambos de Sófocles:

El que fuera al palacio del tirano

es su esclavo aunque libre parta.

 

         Una vez dichas estas palabras, que fueron las últimas, descendió al barco y, al existir bastante distancia desde la trirreme a tierra y no haberle dicho nadie de sus acompañantes ninguna expresión de agasajo, mirando a Septimio le dijo: “Me parece que te he visto en otra ocasión siendo mi compañero de armas”. Aquél le contestó tan sólo bajando la cabeza, ni pronunciando palabra ni poniendo siquiera una cara agradable. Estando todos en silencio, sacó Pompeyo un libro pequeño en donde había escrito un discurso en griego para pronunciarlo ante Tolomeo. Cuando ya arribaban a tierra, Cornelia, que, llena de inquietud  y de agitación, había embarcado con los amigos de Pompeyo y estaba en la cubierta de la nave para ver qué pasaba, tuvo un atisbo de esperanza cuando vio que muchos cortesanos salían cuando Pompeyo desembarcaba como si le fueran a honrar o a felicitar. En éstas, cuando Pompeyo se cogió de la mano de Filipo para ponerse de pie con mayor facilidad, Septimio fue el primero que, por la espalda, le atravesó con un puñal y, al poco, desenvainaron también sus espadas Salvio y Aquilas. Pompeyo, echándose la toga por delante de la cara con sus manos, no hizo nada indigno de su condición, sino que tan sólo dio un suspiro y aguantó con entereza los golpes de sus asesinos. Habiendo vivido cincuenta y nueve años, al día siguiente de su cumpleaños, murió.

         Vamos a dar un poco de luz al texto explicando quién es quién de los personajes que aquí salen y situando el fragmento de Plutarco en su contexto.

         Después de ser derrotado en Farsalia por César, Pompeyo inició un periplo que le llevó desde Mitilene, en Lesbos, a Syedra, pasando por Attalia, en donde celebró un consejo de guerra con sus hombres y decidieron que eran tres las opciones que tenían para pedir ayuda en la guerra: Partia, Egipto y Numidia. Pompeyo desconfiaba de las dos últimas opciones y se inclinaba por pedir ayuda a Partia; sin embargo, Publio Cornelio Léntulo Espínter, expresando una opinión que concordaba con el sentir general, dijo que era una vergüenza para Roma pedir ayuda a sus enemigos. Al final,  se optó por Egipto pues su rey, Ptolomeo XIII, hermano y marido de Cleopatra VII, debía el trono de Egipto a Pompeyo. Desde Pafos, en Chipre, Pompeyo se desplazó a Pelusio desde donde envió una carta al monarca egipcio pidiéndole una reunión. Ptolomeo XIII tenía por consejeros a Aquilas, Potino y Teodoto de Quíos que eran, en realidad, los que gobernaban el país. Los consejeros pensaron que, si ayudaban a Pompeyo, ponían en peligro su propia autoridad y también la independencia de Egipto así que pensaron en darle su palabra de ayuda, pero, tan pronto como pudieran, matarlo. Para proceder al asesinato, recurrieron a un romano que estaba al servicio de Egipto, Lucio Septimio. Tal y como hemos visto en el texto, entre Septimio y Aquilas lo asesinaron.

         No es necesario que os diga que la muerte de Pompeyo es una de las traiciones más ignominiosas de la historia quizás junto con la de nuestro Viriato. Luego viene la historia que tanto le gustaba a Ruiz de Elvira del llanto de César cuando, pensando que le agradaban, le entregaron como regalo la cabeza de Pompeyo. Pero eso ya es otra historia.

viernes, 18 de agosto de 2023

EL ANTIGUO TERRITORIO DE LOS CÁNTABROS

 


 

Como lo prometido es deuda, vamos a ver la extensión del antiguo pueblo de los cántabros. Lo podéis ver en el mapa que es la ilustración de esta entrada, pero voy a comentaros algunos detalles. Veis que por el norte la frontera era (y es) el Cantábrico; por el oeste, los cántabros se extendían hasta Noega Ucesia, una ciudad cuya ubicación sigue siendo muy discutida. En la línea de la costa, vemos Portus Vereasueca que, según los historiadores, sería el actual San Vicente de la Barquera; más al este encontramos Portus Blendium que es Suances. Este puerto fue fundamental en la conquista de Cantabria llevada a cabo por Octavio Augusto en persona y que, cuando finalizó en el año 19 a. de C., supuso la total conquista de Hispania. Más al este, encontramos Portus Victoriae que se corresponde con la actual Santoña. Ya fuera del territorio cántabro estaría el primitivo Portus Amanum o puerto de los amanos que formaban parte de los autrigones, un pueblo que se extendía desde el Nervión al Ansón, por tanto, en tierras muy orientales de la actual Cantabria y muy occidentales de Vizcaya. Por el sur, el territorio austrigón llegaba hasta Brivisesca en Burgos y los historiadores ponen su límite meridional en el río Arlanzón. En el año 69 d. C, los romanos fundaron Flavióbriga, llamada así por la dinastía de los Flavios que entonces imperaba en Roma. Flavióbriga es la actual Castro Urdiales, ciudad en donde casi todos son del Athletic Club de Bilbao y tan sólo algún ser extraño es seguidor del Racing de Santander.

         Si nos vamos a los límites sureños, el territorio cántabro llegaba hasta Pisoraca ( Herrera de Pisuerga, villa palentina conocida por sus cangrejos de río y porque fue el lugar de nacencia de José Antonio Girón de Velasco, conocido falangista que estudió en Valladolid e hizo su fortuna en Fuengirola. ) y Amaia en la actual provincia de Burgos.

         Tal y como podéis ver en el mapa, el territorio cántabro era muchísimo mayor de los que es en la actualidad pues comprendía la esquina nororiental de la provincia de León, todo el norte palentino, la esquina noroccidental de Burgos y gran parte del oriente de Asturias. Esto último es muy importante pues las Asturias de Santillana llegaban hasta el concello de Ribadedeva cuya capital es Colombres, el pueblo de los indianos.

         En fin, basta por hoy y os vuelvo a decir lo que os decía en la entrada anterior: que, por favor, no se entere Miguel Ángel Revilla porque de seguro que inicia una “reconquista” de todo el antiguo territorio de los cántabros.

LAS FUENTES TAMÁRICAS EN VELILLA DEL RÍO CARRIÓN

 


 Estuvimos ayer en las Fuentes Tamáricas que están en Velilla del Río Carrión, bella localidad palentina que nos abre el camino para lo que se conoce como “carretera de los pantanos” pues son varios los que podemos contemplar si la emprendemos. Empezamos por el de Compuerto, pasamos por el de Camporredondo y terminamos con el de Ruesga. En total 54 kilómetros de curvas que nos llevan por los pies de los dos gigantes palentinos: el Espigüete (2450 m de altura) y el Curavacas (2520 m. de altura) y que nos hacen recorrer los pueblos que siguen: Otero de Guardo, Camporredondo de Alba, Cardaño de Abajo, Cardaño de Arriba, Alba de los Cardaños, Triollo, La Lastra, Santibáñez de Resoba, Ventanilla, Ruesga y mi muy querida Cervera de Pisuerga. Pero me he ido del tema.

         Os estaba contando que en Velilla podemos admirar las Fontes  Tamarici ( debemos recordar que fons, fontis, en latín, es masculino) y ese adjetivo (tamaricus) hace relación a los tamáricos, tamaricos, camáricos o camaricos que fueron una de las tribus pertenecientes a la Cantabria antigua que no se correspondía con la actual Cantabria (basada en la antigua provincia de Santander o, como tradicionalmente se la ha conocido, La Montaña pues la montaña era de Castilla, siendo Santander una ciudad tan castellana como Valladolid o Ávila), sino que era mucho mayor ( ¡por Dios, que no se entere Miguel Ángel Revilla!). La extensión de los tamáricos llegaría desde la montaña palentina hasta la Vega del Carrión (Saldaña) y desde Cervera de Pisuerga hasta Cistierna y Sahagún, ya en la provincia actual de León. Los tamáricos eran un matriarcado pues eran las mujeres las que se dedicaban a la agricultura y a la ganadería y los hombres, a la guerra. Pero vamos a dejar a los tamáricos con la promesa de dedicar una entrada a los límites antiguos de los pueblos cántabros que ocupaban parte de la Asturias actual, norte de Burgos y norte de Palencia hasta Pisoraca, la actual Herrera de Pisuerga.

         Como os he empezado contando, ayer estuvimos en las Fuentes Tamáricas y, para saber algo de ellas, tenemos que recurrir a Plinio el Viejo que dice lo que sigue en su libro XXXI de su Historia Natural.

(…) et in Cantabria fontes Tamarici in auguriis habentur. tres sunt octonis pedibus distantes, in unum alveum coeunt vasto amne. singuli siccantur duodenis diebus, aliquando vicenis, citra suspicionem ullam aquae, cum sit vicinus illis fons sine intermissione largus. dirum est non profluere eos aspicere volentibus, sicut proxime Larcio Licinio legato pro praetore post septem dies accidit. in Iudaea rivus sabbatis omnibus siccatur.

Las Fuentes Tamáricas, en Cantabria, son consideradas como un augurio. Son tres que distan ocho pies y que se juntan en un solo lecho que tiene gran abundancia de agua. Suelen estar secas durante doce días y, algunas veces, durante veinte sin ningún rastro de agua aunque una fuente cercana a ellas  mana abundantemente y sin interrupción. Es de mal agüero, para los que las quieren ver,  que no corran como, hace poco, le pasó a Larcio Licinio, un legado pro pretor, que murió a los siete días.

Plinio el Viejo. Naturalis historia, XXXI, 23

 

         La historia no deja de ser curiosa y me recuerda esta fuente intermitente a la Fuentona de Ruente en donde dicen que una Anjana, según su capricho y gusto, deja o no deja fluir las aguas. En ambos casos, merece la pena el viaje porque el paisaje que nos rodea es idílico. Que tengamos la suerte o no de ver manar el agua depende, en el caso palentino, de nuestro hado y, en el caso de Cantabria, de la santa voluntad de la Anjana o de Revilla que, a lo peor, algo tiene que ver también con que la Fuentona mane o no mane.

jueves, 17 de agosto de 2023

CLEOPATRA SE CONVIERTE EN MARÍA DE LOS GUARDIAS

 


Pues vamos a ver lo que pasó después y cuál fue la respuesta del romano:

Τῇ δ' ὑστεραίᾳ πάλιν ἀνθεστιῶν αὐτήν, ἐφιλοτιμήθη μὲν ὑπερβαλέσθαι τὴν λαμπρότητα καὶ τὴν ἐπιμέλειαν, ἀμφοῖν δὲ λειπόμενος καὶ κρατούμενος ἐν αὐτοῖς ἐκείνοις, πρῶτος ἔσκωπτεν εἰς αὐχμὸν καὶ ἀγροικίαν τὰ [27.2] παρ' αὑτῷ. πολὺ δ' ἡ Κλεοπάτρα καὶ τοῖς σκώμμασι τοῦ Ἀντωνίου τὸ στρατιωτικὸν ἐνορῶσα καὶ βάναυσον, ἐχρῆτο καὶ τούτῳ πρὸς αὐτὸν ἀνειμένως ἤδη καὶ κατατεθαρρηκότως. [27.3] καὶ γὰρ ἦν ὡς λέγουσιν αὐτὸ μὲν καθ' αὑτὸ τὸ κάλλος αὐτῆς οὐ πάνυ δυσπαράβλητον οὐδ' οἷον ἐκπλῆξαι τοὺς ἰδόντας, ἁφὴν δ' εἶχεν ἡ συνδιαίτησις ἄφυκτον, ἥ τε μορφὴ μετὰ τῆς ἐν τῷ διαλέγεσθαι πιθανότητος καὶ τοῦ περιθέοντος ἅμα πως περὶ τὴν ὁμιλίαν ἤθους ἀνέφερέ τι [27.4] κέντρον. ἡδονὴ δὲ καὶ φθεγγομένης ἐπῆν τῷ ἤχῳ· καὶ τὴν γλῶτταν ὥσπερ ὄργανόν τι πολύχορδον εὐπετῶς τρέπουσα καθ' ἣν βούλοιτο διάλεκτον, ὀλίγοις παντάπασι δι' ἑρμηνέως ἐνετύγχανε βαρβάροις, τοῖς δὲ πλείστοις αὐτὴ δι' αὑτῆς ἀπεδίδου τὰς ἀποκρίσεις, οἷον Αἰθίοψι Τρωγλοδύταις Ἑβραίοις Ἄραψι Σύροις Μήδοις Παρθυαίοις. [27.5] πολλῶν δὲ λέγεται καὶ ἄλλων ἐκμαθεῖν γλώττας, τῶν πρὸ αὐτῆς βασιλέων οὐδὲ τὴν Αἰγυπτίαν ἀνασχομένων παραλαβεῖν διάλεκτον, ἐνίων δὲ καὶ τὸ μακεδονίζειν ἐκλιπόντων.

XXVII. Al día siguiente, queriendo a su vez agasajarla, Antonio puso todo su empeño en superar el esplendor y la elegancia de la invitación, pero quedó por detrás en ambas cosas y, al ver que había sido vencido en amabas pretensiones, se puso el primero a gastar bromas sobre la pobreza y tosquedad de su recepción.

Es decir, que el romano, viéndose vencido, se pone a hacer chistes como si la cosa no fuera con él. Pero atentos a lo que viene:

Cleopatra se dio cuenta, por sus bromas, de lo mucho que tenía Antonio de vulgar soldado y usó ya con él el mismo tono con total libertad y confianza.

         Más claro imposible. Cleopatra, como diría un castizo, le caló a Antonio que más un miles gloriosus era un chusquero al que le gustaban las bromas cuarteleras que podían estar bien para sus soldados, pero no para tratar con una dama. Sin embargo, Cleopatra, que manejaba innumerables registros, se convirtió, si me lo permitís, en una María de los Guardias y se puso a la altura (o bajura, según se mire) del romano. Y es que a cantinera de cuartel tampoco nadie aventajaba a la reina de la muy macedónica estirpe de los Tolomeos. Pero no es creáis que todo esto fue improvisado por la muy sabia mujer, sino que todo, la performance del río, las luces de don Abel Caballero y el convertirse en una María de los Guardias, estaba muy pero que muy preparado. Y es que de tonta no tenía un pelo.

 

CLEOPATRA O VIGO ILUMINADO POR ABEL CABALLERO


 

 

Otra vez estamos aquí y seguimos metidos en faena. Vamos a por el resto:

Ἔπεμψε μὲν οὖν καλῶν αὐτὴν ἐπὶ τὸ δεῖπνον· ἡ δὲ μᾶλλον ἐκεῖνον ἠξίου πρὸς ἑαυτὴν ἥκειν. εὐθὺς οὖν τινα βουλόμενος εὐκολίαν ἐπιδείκνυσθαι καὶ φιλοφροσύνην, ὑπήκουσε καὶ ἦλθεν. ἐντυχὼν δὲ παρασκευῇ λόγου κρείττονι, μάλιστα τῶν φώτων τὸ πλῆθος ἐξεπλάγη. [26.7] τοσαῦτα γὰρ λέγεται καθίεσθαι καὶ ἀναφαίνεσθαι πανταχόθεν ἅμα, καὶ τοιαύταις πρὸς ἄλληλα κλίσεσι καὶ θέσεσι διακεκοσμημένα καὶ συντεταγμένα πλαισίων καὶ περιφερῶν τρόπῳ, ὥστε τῶν ἐν ὀλίγοις ἀξιοθεάτων καὶ καλῶν ἐκείνην γενέσθαι τὴν ὄψιν.

Envió (Antonio) entonces un recado con el que la invitaba a cenar, pero, como ella (Cleopatra) había pedido que mejor fuera él el que acudiese a ella, al punto atendió su demanda y, queriendo dar muestras de afabilidad y de maneras corteses, acudió a la invitación.

¡Qué lista  que eras Cleopatra! Con exquisita sabiduría femenina, hace que sea él el que vaya a su nave.

Se encontró (Antonio ) allí con unos preparativos que superaban todo lo expresable aunque lo que más le impresionó fue la gran cantidad de luces.

Antonio se va para la barcaza y se sorprende con la cantidad de luces. Sin duda, Antonio no había estado nunca en el Vigo de Abel Caballero que ilumina la ciudad de tal forma que se ve, según las malas lenguas, desde la otra orilla del Atlántico. En fin, sigamos.

Y es que, según cuentan, había tantas luces por todas partes, bien colocadas en el suelo o luciendo en lo alto, y ordenadas con tan inteligente disposición e inclinación de unas con respecto a las otras formando cuadrados y círculos, que pocos espectáculos fueron tan bellos y dignos de contemplación como aquél de las luces.

En fin, lo dicho, que Cleopatra era una Abel Caballero avant la lettre.

Hasta aquí lo que pasó cuando Antonio fue para el barco de Cleopatra. En la próxima entrada, veremos cuál fue la respuesta de Antonio a este desplieguen lumínico de la egipcia.

¿EN QUÉ LUGAR SE ENAMORÓ DE TI? I

 




Y, como creo que ya hemos hablado bastante de Antonio y Cleopatra, vamos a cerrar este grupo de entradas en las que se hace referencia a su lugar de encuentro. Para ello, una vez más, recurrimos a Plutarco que en su capítulo XXVI 1-6 no cuenta lo que sigue:

 

[26.1]Πολλὰ δὲ καὶ παρ' αὐτοῦ καὶ παρὰ τῶν φίλων δεχομένη γράμματα καλούντων, οὕτως κατεφρόνησε καὶ κατεγέλασε τοῦ ἀνδρός, ὥστε πλεῖν ἀνὰ τὸν Κύδνον ποταμὸν ἐν πορθμείῳ χρυσοπρύμνῳ, τῶν μὲν ἱστίων ἁλουργῶν ἐκπεπετασμένων, τῆς δ' εἰρεσίας ἀργυραῖς κώπαις ἀναφερομένης πρὸς αὐλὸν ἅμα σύριγξι καὶ κιθάραις [26.2] συνηρμοσμένον. αὐτὴ δὲ κατέκειτο μὲν ὑπὸ σκιάδι χρυσοπάστῳ, κεκοσμημένη γραφικῶς ὥσπερ Ἀφροδίτη, παῖδες δὲ τοῖς γραφικοῖς Ἔρωσιν εἰκασμένοι παρ' ἑκάτερον [26.3] ἑστῶτες ἐρρίπιζον. ὁμοίως δὲ καὶ θεραπαινίδες αἱ καλλιστεύουσαι Νηρηίδων ἔχουσαι καὶ Χαρίτων στολάς, αἱ μὲν πρὸς οἴαξιν, αἱ δὲ πρὸς κάλοις ἦσαν. ὀδμαὶ δὲ θαυμασταὶ τὰς ὄχθας ἀπὸ θυμιαμάτων πολλῶν κατεῖχον. [26.4] τῶν δ' ἀνθρώπων οἱ μὲν εὐθὺς ἀπὸ τοῦ ποταμοῦ παρωμάρτουν ἑκατέρωθεν, οἱ δ' ἀπὸ τῆς πόλεως κατέβαινον ἐπὶ τὴν θέαν. ἐκχεομένου δὲ τοῦ κατὰ τὴν ἀγορὰν ὄχλου, τέλος αὐτὸς ὁ Ἀντώνιος ἐπὶ βήματος καθεζόμενος [26.5] ἀπελείφθη μόνος. καί τις λόγος ἐχώρει διὰ πάντων, ὡς ἡ Ἀφροδίτη κωμάζοι πρὸς τὸν Διό    νυσον ἐπ' ἀγαθῷ τῆς Ἀσίας.

 

         Aunque había recibido muchas cartas de invitación de parte de Antonio y de sus amigos, las despreció (Cleopatra) e incluso se mostró desdeñosa con él hasta el punto de que se puso a remontar el río Cidno en una barcaza que tenía la popa dorada, habiendo desplegado unas velas púrpuras y con unos remos que tenían asidores de plata que, a su vez, eran maniobrados al compás de una flauta a la que acompañaban caramillos y cítaras.

         Me permito algunos comentarios y seguimos luego con la traducción. Vemos cómo, virtuosa como era en el arte de la seducción, Cleopatra lo desdeña en un principio, pero se monta toda una performance al estilo de las superproducciones de Hollywood que veía un servidor en el cine Velázquez en el que olía a Ozonopino Ruy Ram; en la superproducción no faltan ni una barcaza con popa de oro ni los músicos. Vamos a seguir porque el asunto no tiene desperdicio.

         Cleopatra misma reposaba tumbada debajo de un toldo bordado de oro e iba adornada, tal y como aparece Afrodita en las pinturas, con dos niños, semejantes a los amorcillos que aparecen en los cuadros,  que iban a ambos lados de ella abanicándola.

         ¡Toma ya! La performance de la reina tolemaica roza ya a Cecil B. de Mille.

         Igualmente, las más hermosas sirvientes, con vestidos de Nereidas y Gracias, atendían unas al gobernalle y otras a los cabos. Numerosos sahumerios exhalaban unos aromas maravillosos que inundaban las riberas. Grupos de personas le daban escolta a la nave por el río desde ambas orillas a la par que otros bajaban de la ciudad a contemplar el espectáculo. La muchedumbre abandonaba la plaza y se marchaban de tal forma que el propio Antonio acabó quedándose solo.

         Lógico. La gente, admirada por el espectáculo que se había montado la reina del Nilo, le dejó a Antonio con un palmo de narices en la tribuna y se marchó a verla al Cidno. El plan de Cleopatra estaba dando resultado y los habitantes de Tarso ya estaban más pendientes de ella que de cualquier otro acontecimiento que tuviera lugar en su ciudad. Es más , hasta empezaron a decir que la propia Afrodita, diosa del amor, venía a encontrarse con Dioniso, dios del vino y del desenfreno:

         Por todas partes, se extendió la especie de que Afrodita con su cortejo venía a encontrarse con Dionisio por el bien de Asia.

         Hasta aquí la primera parte de este encuentro. Veamos en otra entrada cómo siguió.

martes, 15 de agosto de 2023

CLEOPATRA USA SUS ARMAS DE MUJER

 


En próximas entradas, veremos cómo Cleopatra preparó una performance en el Cidno, río de Cilicia que desemboca en Tarso, ciudad natal de San Pablo,  para encontrarse con Antonio, pero antes vamos ver cómo lo había planeado todo con sutil inteligencia. Está, como siempre, en Plutarco, Vida de Antonio. XXV. 4-6

ἡ δὲ καὶ Δελλίῳ πεισθεῖσα, καὶ τοῖς πρὸς Καίσαρα καὶ Γναῖον τὸν Πομπηίου παῖδα πρότερον αὐτῇ γενομένοις ἀφ' ὥρας συμβολαίοις τεκμαιρομένη, [25.5] ῥᾷον ἤλπιζεν ὑπάξεσθαι τὸν Ἀντώνιον. ἐκεῖνοι μὲν γὰρ αὐτὴν ἔτι κόρην καὶ πραγμάτων ἄπειρον ἔγνωσαν, πρὸς δὲ τοῦτον ἔμελλε φοιτήσειν ἐν ᾧ μάλιστα καιροῦ γυναῖκες ὥραν τε λαμπροτάτην ἔχουσι καὶ τὸ φρονεῖν [25.6] ἀκμάζουσι. διὸ πολλὰ μὲν συνεσκευάσατο δῶρα καὶ χρήματα καὶ κόσμον, οἷον εἰκὸς ἦν ἀπὸ πραγμάτων μεγάλων καὶ βασιλείας εὐδαίμονος κομίζειν, τὰς δὲ πλείστας ἐν ἑαυτῇ καὶ τοῖς περὶ αὑτὴν μαγγανεύμασι καὶ φίλτροις ἐλπίδας θεμένη παρεγένετο.

Cleopatra, persuadida por Delio ( se refiere Plutarco a Quinto Delio, un historiador cuya obra llegó a manejar Plutarco y que había sido enviado por Antonio para buscar el apoyo militar de Cleopatra contra Octavio) y fiada en los efectos que su hermosura había producido en sus anteriores relaciones con César y Gneo, el hijo de Pompeyo (contamos nosotros que su padre le había enviado en el año 49 a. C. a Alejandría para solicitar ayuda militar contra César y el chico, aprovechando que el Nilo pasa por tan hermosa ciudad, no perdió la ocasión de tener un affaire con la reina. ) esperaba subyugar fácilmente a Antonio.

Fijaos bien en lo que viene. Cleopatra piensa que Antonio va a ser “pan comido” por las causas que nos cuenta Plutarco:

Porque aquellos la conocieron (también naturalmente en el sentido bíblico del término) cuando todavía era una muchacha sin experiencia, pero con éste (Antonio) se iba a encontrar en la edad en que la belleza femenina alcanza su máximo esplendor y la inteligencia, su madurez (πρὸς δὲ τοῦτον ἔμελλε φοιτήσειν ἐν ᾧ μάλιστα καιροῦ γυναῖκες ὥραν τε λαμπροτάτην ἔχουσι καὶ τὸ φρονεῖν ἀκμάζουσι.) Por esa razón, preparó numerosos regalos, dinero y adornos, tantos como convenían a la importancia de su situación y a la prosperidad de su reino; pero se presentó allí  poniendo sus mayores esperanzas en sí misma, en sus encantos y en su hechizo.

         ¡Cómo sabía Cleopatra manejar sus armas de mujer! Si hubiera sido una de estas chicas que, respetándose muy poco a sí mismas, se despelotan en un escenario para reivindicar no sé qué derechos, Cleopatra hubiera optado por enseñarle las tetas directamente a Antonio y habérselo llevado a la cama. Pero otros tiempos eran aquellos y una reina de Egipto no se podía comportar como una meretriz descerebrada pues Antonio, por muy cuartelero que fuera, no dejaba de ser un caballero romano. Ahora todo es distinto porque ni las damas son damas ni quedan caballeros como Antonio y todo es más aquí te pillo, aquí te mato. O tempora, o mores! que, traducido por un alumno de un 2º de Bachillerato actual, viene a decir “¡Oh tiempos de los moros!” Y basta que el calor aprieta y un servidor también va a recurrir, pese a su provecta edad, a quedarse en puris pelotis.