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En
esta foto, que sólo comprenderán en todo su sentido cabal los muy conocedores
de Lapamán y de Cela, mi muy querida parroquia de Bueu, están mi abuelo Luis,
sentado con su sempiterno BN en la mano, y Castor del que siempre supuse que su
nombre era Cástor, como uno de los Dióscuros, pero que se le conocía por esa
forma aguda que le vinculaba con el animal roedor. Castor (lo dejo en aguda
pues así lo oí nombrar siempre) era un personaje como sólo en Galicia se puede
encontrar. Tenía de apodo “matalobos” porque, según contaban, había matado a
unos lobos allá por los montes de Pastoriza, donde estaba (y supongo que está)
la antena repetidora de radio. Se dedicaba a la pesca y un poco a lo que salía
y lo mismo andaba a las sardinas ( aún lo recuerdo echando el copo en la misma
Lapamán) que a las nécoras o a lo que se terciara. Personaje irrepetible, Castor
parecía sacado de Romance de lobos de
Valle Inclán o de la Escola de
menciñeiros de don Álvaro Cunqueiro. Que en paz descansen los dos: mi
abuelo con su BN y Castor echando el copo con los apóstoles que también sabían
bastante de esas cosas.
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