lunes, 31 de marzo de 2014

JAVIER DE ARCO Y LAS LIBÉLULAS





Pues resulta que este Javier de Arco ganó el premio San Juan de la Cruz y, este año, ha ganado el José Zorrilla en su primera convocatoria . Mi amigo Carlos Aganzo le pone muy bien y, en el prólogo de Luis María Ansón, el académico y traidor a ABC, lo pone como un fenómeno. Llevado por tan doctas voces,  me he acercado a su libro premiado,  Las horas sumergidas,  y me ha parecido interesante aunque se hable en la página 37 de libélulas que parece que están de moda en la poesía actual española. Tomo nota e incluiré alguna libélula en mis próximos poemas con razón o sin ella. En fin, os dejo este poema como os digo siempre para endosaros algún poeta que he leído.

Un día árido y triste.

Descalzos los recuerdos,

los vencejos entonan

su letánico son:

ceremonia del viento,

del pudor con que salgo

a contar la leyenda de los vivos.

Y mi voz y mis ecos

no son distintos. Sólo

más sonoros, más límpidos,

porque el aceite que los va cubriendo

sostiene

el rumor de los pasos que me alejan de ti.

 

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