sábado, 31 de mayo de 2014

MAIO LONGO, MAIO LONGO E MIÑA ROSALÍA



De mi Rosalía, miña nai, miña santiña, hay unos versos que me repito y repito mucho durante este mes de mayo que se nos acaba hoy. Son dos poemillas de Follas novas que viven en mi corazón desde hace muchos años. Os los cedo, pero tan sólo para las pocas horas que nos quedan de mayo.

No ceo, azul crarísimo;

no chan, verdor intenso;

no fondo da alma miña,

todo é sombriso e negro.

[…]

Cubertos de verdura

brilan os campos frescos,

mentras que a fel amarga

rebosa no meu peito.

 


Maio longo... maio longo,
todo cuberto de rosas,
para algúns telas de morte;
para outros telas de boda.

Maio longo, maio longo,
fuches curto para min:
veu contigo a miña dicha,
volveu contigo a fuxir.

Lo voy a traducir para evitar algunos desaguisados que he visto en Internet:

Mayo largo, mayo largo,

todo cubierto de rosas;

para algunos las tienes de muerte;

para otros las tienes de boda.


Mayo largo, mayo largo,

fuiste corto para mí:

vino contigo mi dicha,

contigo  volvió a huir.

 
 

         Y es que el telas es ten +las que se contrae en telas, las tiene en castellano. Por tanto, nada que ver con las telas (de tejido) que he visto en algunas páginas. Miña Rosalía –ni ningún poeta - merecen que se maltraduzcan sus poemas.

SEPARAÇÃO





Los que me conocen saben de mi predilección y gusto por la poesía portuguesa. Sin embargo, no he dedicado muchas entradas a poetas portugueses. Ya vendrán en este verano. En esta ocasión os traigo a Nuno Júdice, gran poeta lusitano que mereció el Premio Reina Sofía en el 2013. Hay unos versos, cinco cuartetos, que me vuelven loco  y que los canta Carlos do Carmo, o mestre, y Maria João Pires lo acompaña al piano. Os lo dejo en portugués porque ni puedo ni debo traducirlo:

 

Não quero a cor verelha de um sol pôr

no dia a nascer, rosa que floresce.

Quero a cor da manhã, com seu fulgor,

a sombra que vem cando a tarde cresce.

 

Não te quero dizer tudo o que digo

num siléncio, num olhar, num segredo.

O pensó é teu quando estou contigo,

podes levá-lo, lembra-lo sem medo.

 

E nesta noite em que não sei de ti,

nesse camino en que andas perdida,

fica a saber que nunca te esquenci,

para onde foste foi a minha vida.

 

Beco oscuro, sem nimguém ao fundo.

Praça deserta que o vento invade.

Somos nós na solidão deste mundo,

no amor que nos prende à liberdade.

 

E ao chegares de longa viagem,

ombros nus, cabelo despenteado,

voltarei a ter na tua imagen

a mais bela mulher na voz de um fado.

 

MANUEL REINA, EL POETA DE PUENTE GENIL





Poco o nada se habla en la actualidad de Manuel reina, poeta cordobés que nació y murió en Puente Genil. Se le mete en el saco, como a otros cuya página ya está en este blog, de los premodernistas. Gozaron de gran predicamento en su época, pero ahora ya casi nadie habla de ellos. Un servidor, con la humildad de su falta de preparación, se ha propuesto rescatarlos, aunque tan sólo sea por un instante, del polvo injusto en el que yacen. Son poetas del ritmo y la rima, poetas del color y poco tiene que ver con la poesía actual, pero ahí están, cubriendo ese hueco que los libros de textos se saltan entre Bécquer y Rubén. Aprovechando que estamos en mayo, os dejo este poema sobre tan poético mes:

¡Ven al prado de lirios y claveles,

mi bello y dulce bien! El campo llena

de perfumes la atmósfera serena

y el mes de mayo irradia en los vergeles.

¡Ven! Entre los rosales y laureles

flauta invisible melodiosa suena.

¡Ven! Que en la orilla del Genil amena

el amor es panal de ricas mieles.

¡Ven, mi alma! Las auras su frescura

nos ofrecen; las aves su armonía

y recóndito nido la espesura.

¡Mas no, no vengas, adorada mía;

que el inmenso raudal de mi amargura

tu corazón feliz destrozaría..

viernes, 30 de mayo de 2014

LE CHÂTEAU DE MA MÉRE


 
He vuelto a leer a Pagnol también en este mes de mayo y repetiré su lectura en junio y en julio para terminar la tetralogía que este escritor provenzal le dedicó a ese tiempo mágico de la infancia. Aquí conoce a su amigo Lili, sus padres y él consiguen acortar el camino que les lleva a su casa de vacaciones, tienen problemas con los guardias de las fincas, en fin, unas vacaciones de lo más divertidas que el autor francés recuerda ad senectutis portas. Sin embargo, al final, Pagnol saca algunos puntos tristes que no voy a comentar para no desvelar el secreto. Es la vida de adulto, la vida fuera del paraíso de la infancia.  No voy a entrar en ello, pero os recomiendo esta obrita que, leída en verano, seguro que sienta aún mejor.

miércoles, 28 de mayo de 2014

SALVADOR RUEDA, EL MALAGUEÑO DE BENAQUE


¡Qué gozada, Señor, qué gozada estos versos musicales de Salvador Rueda, otro poeta que para estudiarlo se le pone la etiqueta de pre-modernista! Rueda, malagueño de Benaque, una aldea de Macharaviaya, escribió mucho, tanto en prosa como en verso. Rubén Darío, Clarín y Unamuno prologaron sus libros y fue coronado poeta en La Habana, el 4 de agosto de 1909. Ahora es un olvidado con necesidad urgente de relectura, pero en su tiempo su fama fue muy grande. Junto con Manuel Reina, del que haremos en su momento entrada en el blog, fundó el movimiento llamado Colorismo que influyó en Villaespesa y, sobre todo, en Juan Ramón Jiménez. Os dejo este soneto magistral con el que seguro que disfrutarán los amantes de la buena poesía, ese bien tan escaso últimamente.

Acercad las almas, que ésta es la candela...

Acercad las almas, que ésta es la candela;
acercad las almas, que ésta es la alegría;
son versos que cantan llenos de energía,
y alzan una lumbre que, ondulando, vuela.

Es un bosque que ardiendo que el helor deshiela,
es Dios hecho lenguas, Dios hecho poesía,
este libro es alto temblor de armonía,
fuego melodioso, que abriga y consuela.

El crujiente ritmo dice:  «¡Allá van ramas!»,
y la fantasía las convierte en llamas,
como promontorio de dorado velo.

Mientras que, candente, la inexhausta lira
lanza en rubios hace versos a la pira,
y las lenguas de oro suben hasta el cielo.

 

 

martes, 27 de mayo de 2014

EU FUN QUEN SON POR SER TEU FILLO O DARÍO XOHÁN CABANA DOUS




 

 

Es muy raro que un poeta repita entrada en un mismo mes, pero el caso de Darío – Xohán Cabana está más que justificado porque, en la entrada anterior, hablaba de él como un poeta social – que lo es – y citaba un poema en que no lo era. Pero es que, ha poco, ha llegado hasta mí un libro impresionante,  Canta de cerca a morte.  Os podría decir que fue premio Martin de Códax de poesía, pero yo no creo en los premios literarios, que suelen repartirse por el gerifalte de antañazo de turno de tal forma que a quien le toca pues le toca previo acuerdo del jurado vendido. Pero este libro fue un premio merecido. Si alguien tiene duda, que lea y relea este soberbio soneto de imponente factura clásica (no en vano el autor, como dijimos en la anterior entrada, es el traductor del Dante al gallego):

Se cando a morte pálida me apañe

deixo no mundo un pouco de memoria,

eu quero que teu nome me acompañe,

se che podo servir d’algunha gloria;

 

e se labro estes versos co teu lembro

contra da cinza, a corrupción e o lodo,

é que eu non quero creer que aquel setembro

acabase  para sempre xa con todo.

 

Ben sei, ben sei, canté que o non suopese,

que a vida acaba cando o sangue calla,

pero quizá a memoria nos puidese

librar, se non da morte, da mortalla;

 

e se así, e após da morte eu brillo,

saiban que eu fun quen son por ser teu fillo.

 

EL HUMOR DE LUIS DE TAPIA





¡Gracias, amigo Luis de Tapia por hacerme reír con tus versos en estos días de dura crisis! Al hilo de la lectura de esta antología tuya, pensaba yo en los poco que se cultiva este tipo de poesía humorística en España  y la falta de crédito que tendrían quien hoy tuviera la osadía de dedicarse a ella. Ya no hay apenas estas columnas de versos en los periódicos; ni siquiera sé si en mi “Norte” sigue escribiendo Ansúrez. Recuerdo los romances de Jaime Capmany (espectacular el de El Rey en bolas) o los  versos de Alfonso Ussía que recogió en un libro que se titulaba Fustazos y caricias. En medio de esta sociedad crispada, no vendría mal el toque de humor crítico. Pero es que quizás este tipo de poesía, muy en boga durante las primeras décadas del siglo, se ve alicaída por la falta de humoristas en general que a su vez se debe, a mi modo de ver, a la falta de cultura, incluso de la más elemental. Para entender los chascarrillos de Tapia hay que conocer un poco la realidad de la época en la que escribe y tener algo de aquello que se llamaba Cultura General y que borró la ESO. Mi buen amigo José Ángel Fernández de la Calle, hombre muy bromista y practicante de yoga, decía que para hacer gracia había que tener inteligencia. ¿Será por eso que me hacen ya poca gracia los humoristas que ponen de higos a brevas por la tele? A mí, desde luego, Luis de Tapia me ha hecho reír porque era un tío inteligente que practicaba un humor inteligente. Y no sólo tengo yo esta idea porque de esa misma manera de pensar eran Ramón Pérez de Ayala o don Benito Pérez Galdós.

Como botón de muestra os copio este soneto a Cibeles en su fuente del prado antes de que el Madrid ganara la décima copa de Europa:

Serena, porque así lo quiso el arte,

altiva en tus helénicas facciones,

camina sobre un carro de leones

hacia os templos de Mercurio y Marte.

 

Caen tus paños, plegados al sentarte,

como caen de las chulas los mantones

cuando van, de verbena, en los simones;

que eres de Grecia y de Madrid en parte.

 

En invierno eres diosa, con mortaja

de agua deshecha en congelados lloros…

Pero en Abril, cuando mi pueblo baja

por “Alcalá!, en estrépitos sonoros,

más que diosa pareces una maja

que vuelve en su calesa de los toros.

sábado, 24 de mayo de 2014

UN POETA CUBIERTO DE POLVO: ARTURO REYES



Arturo Reyes es un poeta de esos que podríamos meter en el triste saco de los poetas olvidados, pero de manera injusta. A esta malagueño, cuando alguien  se refiere a él, lo mete en el montón de los pre-modernistas. Y es una verdad porque parece que en España aprendimos a versificar en “exótico” con el gran Rubén Darío (del que su momento haré una entrada), pero ya antes de él había poetas por estas tierras que le habían cogido el gusto al verso musical y suntuoso. Decía don Julio Cejador y Frauca lo que sigue de tan desconocido poeta:

         … Los amoríos andaluces, con los coqueteos sutiles y enloquecedores de las mocitas; el garbo, fachenda y matonería de los enamorados acuchilladores; los diálogos a la reja, los encuentros en tascas y calles, los celos y las riñas, las castañuelas repicando y las faldas revoloteando, , los ojos negros centelleantes, las coplas y bailes, todo el calor de Málaga y el hirviente apasionamiento de sus hijos, ha quedado en las prosas y versos de este escritor castizo, que no hizo caso de las modas poéticas  venidas de allende ni de las niñerías en que se entretenían  los modernistas, porque hallaba él en su tierra que admirar y cantar.

            Poco podemos decir después de lo dicho por don Julio, cuya casa veía yo en la glorieta de Quevedo madrileña cuando me encaminaba a la Facultad, salvo que, leída su retórica definición del poeta, quizás uno entiende el olvido…

         A mí, de Reyes, me apasiona su métrica musical. Fijaos si no en éste maravilloso verso, un dodecasílabo con cesura medial:

Crucé del castillo los vastos salones

         A bote pronto, el ritmo es yámbico – anapéstico y de gran belleza, por cierto, pero lo confirmaré mirándolo en algún manual de métrica española al uso. Ahora, para que gocéis de la música de este malagueño, os copio unos versos más de ese poema que se llama Desde el marco:

Crucé del castillo los vastos salones,

y en uno, amueblado con viejos arcones

y rotos sitiales, entre los girones

cubiertos de polvo de un rico tapiz,

la imagen pintada yo vi de un guerrero

con casco, con mallas y cota de acero,

y – Saber quién fuiste – le dije – yo quiero,

y al punto el guerrero repúsome así:

Yo fui un valeroso famoso caudillo

de alma indomable; yo tuve un castillo

con cubos y almenas y foso y rastrillo;

 

Leedlo dejándoos llevar por la musicalidad del poema y, por un instante, Arturo Reyes saldrá de ese saco injusto de los poetas olvidados.

 

¡CON LO QUE ES FAULKNER EN ESTE PUEBLO!


Siempre que leo a Faulkner no puedo dejar de pensar en “Saza” cuando en esa película mítica que es Amanece que no es poco dice aquello de que “para lo que es Faulkner en este pueblo” cuando el argentino ha tenido la osadía de copiar al escritor sureño. Esta bobadica viene a cuento porque he terminado hace unos días Absalón, Abasalón, esa maravillosa obra de arte que comienza comando Thomas Sutpen aparece con su caballo bayo en ese olvidado poblado del condado de Yoknapatawpha.  Lo que sigue roza en lo épico, en lo bíblico, en lo poético, porque la novela parece, a veces, como un largo poema en prosa. Decir a estas alturas que Faulkner escribe bien es una tontería. Intentar plagiarlo, otra tontería mayor. Yo ni lo intentaría aunque algunos escritores de la literatura española ( no digo quién) lo han intentado;  sobre todo, para que no me detuviera “Saza” y me tuviera que recordar lo que es Faulkner en este pueblo.

 

miércoles, 21 de mayo de 2014

LA EBRIEDAD DE UN PADRE



         Cuando me hablan de los Panero, recuerdo, en primer lugar al padre, Leopoldo, de quien haré una entrada aparte y recuerdo también la película de Jaime Chávarri El desencanto en la que aprovechaban para poner a parir los hijos al padre. También recuerdo a Leopoldo María y su desgraciado peregrinar de hospital en hospital. En este mes de mayo, le ha tocado el turno Juan Luis Panero, un buen poeta, quizás el mejor de los hijos de Leopoldo,  del que, sin embargo, noto un complejo al que podría llamar “síndrome de los hijos de padres de derechas”.  Don Leopoldo, de quien repito, haré entrada aparte, no era exactamente un hombre del régimen, pero tampoco un hombre de izquierdas. Sus hijos parece que tienen vergüenza del padre y, por esa vergüenza, lo crucifican sin piedad. Si no, véase el conocido poema de Juan Luis titulado Ante la estatua de Leopoldo Panero.  De todas las maneras, esta antología preparada por Felipe Benítez Reyes merece la pena pues recoge poemas de Juan Luis viviendo como un tío de izquierdas, gauche divine, of course, y alguno que otro con el complejo de haber tenido un padre que no escribió un soneto a Stalin. ¡Qué le vamos a hacer! En todas las familias cuecen habas y en algunas a calderadas. Claro, que si le recuerdo aquello de “honrarás a tu padre y a tu madre” voy a quedar como su padre. Así que mejor me callo y dejo a don Juan Luis, sobre todo porque el pobre falleció el año pasado.
Os dejo este poema que tituló Un año después de ya no verte:
Éste es el corrido del caballo blanco
que en un día domingo feliz arrancara.

José Alfredo Jiménez


Olor de solitario y soledad, cama deshecha,
cegados ceniceros en esta tarde de domingo,
helado soplo de noviembre en el cristal
y un vaso medio lleno de cansancio.
Te escribo por hacer algo más inútil aún
que pensar en silencio o imaginar tu voz,
o escuchar una música herida de recuerdos
o pedir al teléfono un absurdo milagro.
Éste es el corrido del caballo blanco
que en un día domingo feliz arrancara
.
Éste es el corrido, pero nadie canta,
y un muerto con mi nombre, vestido con mis trajes,
me saluda y observa por los cuartos vacíos,
me mira en la distancia como si fuera un niño
y acaricia en sus dedos un rastro de ternura.
Sobre su frente inmóvil va cayendo tu nombre
y humedece sus labios una lluvia perdida.
Olor de soledad y humo de aniversario
mientras busco, dolorosamente trato de recordar
tus ojos insomnes con su vaho de mendigo,
devorando su luz, ahogando su locura.
Tus dos ojos como picos de presa que se clavan
y rasgan y desgarran la piel de nuestro amor.
Soplo de embriagado recuerdo, agria melancolía,
rescoldo que tu lengua aún enciende
en estas horas de strip-tease solitario
en que celebro en tu derrota todas las derrotas.
Un año después y tu pelo, tu largo pelo
ardiendo desbocado entre mis manos,
clavado para siempre en esta almohada,
recorriendo esta casa, sus rincones y puertas
como un viento insaciable que buscase su fin.
Un año después de ya no verte,
definitivamente talando en tu memoria,
qué real sigues siendo, qué difícil herirte.
La sosegada certidumbre de esta mesa en que escribo
puede tener la pasión estremecida de tu piel
y la ropa que el sillón desordena
puede ahora ocultar el temblor de tus pechos.
Sobre tu seco abierto y tus muslos de arena,
sobre tus manos ciegas que persiguen la noche,
qué triste es el cuchillo, qué aciaga la hoja.
Un muerto con mi nombre y mis uñas mordidas,
un cadáver grotesco, me dicta estas palabras,
me señala en los cuadros, en la pared manchada,
el destino de hoy, de este día cualquiera,
al borde de mi vida, al borde del invierno,
al borde de otro año que empieza con tu ausencia,
al borde de mis ojos y tu voz que ahora escucho.
Un año después de ya no verte,
mientras te escribo, odiando hasta la tinta,
en esta tarde de noviembre, olor de solitario y soledad,
helado soplo en el cristal vacío. Un muerto.




 

martes, 13 de mayo de 2014

MONÓLOGO DO VELLO TRABALLADOR





Conocí a Celso Emilio Ferreirro hace ya bastantes años en aquella Galicia que salía de una especie de subdesarrollo secular. Entonces, Celso Emilio Ferreiro, al igual que Darío Xohán Cabana, sonaba con insistencia en aquellos grupos y cantantes de los que hablamos en la anterior entrada. Han pasado los años y mi devoción por el poeta de Celanova sigue intacta. El bardo en cuestión aparecía en los libros de texto y su poemario Longa noite da pedra era materia de estudio para los chavales de toda España. O tempora, o mores, cuando ahora estamos en esta especie de España federal es cuando  menos nos entendemos entre los españoles y cuando más despreciamos las lenguas que deberían ser un patrimonio común.. Si alguien no siente nada al leer Donde o vento chámase Celanova, es que ya está muerto. Como ejemplo os traigo “un poema social” llamado O monólogo do vello traballador del que se hicieron carteles para decorar habitaciones y comedores de las familias gallegas.  También Os Tamara, el legendario grupo en el que Pucho Boedo era vocalista, hicieron una versión de este poema. Siempre es bueno recordar lo bueno, compañeiros.

Agora tomo o sol. Pero até agora
traballei cincoenta anos sin sosego.
Comín o pan suando día a día
nun labourar arreo.
Gastei o tempo co xornal dos sábados,
pasou a primavera, veu o inverno.
Dinlle ao patrón a frol do meu esforzo
i a miña mocedade. Nada teño.
O patrón está rico á miña conta,
eu, á súa, estou vello.
Ben pensado, o patrón todo mo debe.
Eu non lle debo
nin xiquera iste sol que agora tomo.
Mentras o tomo, espero.

DARÍO XOHÁN CABANA


        
Hace ya muchos años, cuando era joven en una Galicia antigua, Darío Xohán Cabana, poeta de Terra Chá, era muy conocido y aparecía en las canciones de Fuxan os ventos y de Amancio Prada. Olían aquellas canciones a Galicia ceibe y a pueblo que empezaba a despertar de un largo sono de pedra Han pasado los años y apenas sé nada de este poeta que, junto a poemas “combativos” por la nación galega, tenía poemas de amor de tan bella factura como ésta obrita que cierra esta entrada y que tiene un aroma a la antigua literatura galaico-portuguesa. Antes de que leáis el poema, pongo en vuestro conocimiento que este lucense es el traductor al gallego de la Divina Comedia del Dante y no lo debió de hacer tan mal porque el Ayuntamiento de Florencia le entregó la medalla de oro del concejo por esta traducción en 1991. No sé si publica en la actualidad o no, pero todo se arreglará, con el perdón de don Arturo Pérez Reverte, echando un vistazo a la Wikipedia. Le seguiremos la pista.

 

 

Por amor nacín da terra.

Por amor son o que son.

Por amor canto o meu canto,

por amor.

Por amor sángranme os pulsos

e ábreseme o corazón.

Por amor doénme os ollos.

Por amor, só por amor.