sábado, 28 de marzo de 2015

ABDÍAS, EL JUDÍO DE ADALBERT STIFTER





Que Manuel Cambronero es un culto librero es algo bien sabido por los vallisoletanos aficionados a la lectura y que una visita a Margen equivale a una clase de Literatura Universal es algo que tenemos la suerte de disfrutar sus amigos cada vez que nos llegamos hasta la librería de la calle Enrique IV. El otro día, con motivo de haberle encargado Enrique el verde, de Keller, me dio una de estas clases magistrales de saber literario y me recomendó a Adalbert Stifter del que, mea culpa, no sabía nada. Me recomendó sabiamente empezar por las obras breves que ha tenido el buen gusto de editar Nórdica y me llevé para casa a Abdías, una nouvelle un tanto oscura en su “mensaje”. Es la historia de un judío, Abdías, trasunto de Job. Ambos aguantan y soportan un dolor irracional, un dolor sin culpa pues Job sufre por una apuesta entre Yavé y el diablo y Abdías sufre siendo una buena y piadosa persona. Sin embargo, Job, al final de la prueba a la que el demonio le somete con el beneplácito de Dios, ve multiplicados sus bienes, pero Abdías no tiene un final feliz. Privado de su hija que había recuperado la vista por un rayo y que por otro rayo muere, Abdías la sobrevive otros treinta años con su triste destino, pero, eso sí, sigue siendo un judío piadoso. Repito que el tema me parece algo retorcido u sobre todo quita la esperanza y pone en duda la misericordia y la providencia de Dios. No sé, de verdad, qué nos quiere decir Stiften, hombre ilustrado y , por tanto, seguidor de la razón que, como bien ve Goya, en ocasiones produce monstruos. Entre el pobre Abdías callado ante las desgracias y Job que ante el infortunio se encara con Yavé hasta que éste le “convence” de que nada sabe el hombre sobre la providencia divina, (acordaos de cuando Yavé le dice que dónde estaba él cuando estaba creando el mundo y poniendo límites a los mares) me quedo con este último. Quizás por simple familiaridad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario