sábado, 7 de enero de 2017

UN LIBRUCO SOBRE BEATO


Me he metido entre pecho y espalda este libruco sobre  Beato de Liébana que ha escrito un  medico radiólogo de Santander que se llama Roberto Lavín Bedia y, si el doctor Lavín revisa con tanta minuciosidad las radiografías de sus pacientes, están éstos de enhorabuena porque Lavín Bedia hace un estudio detallado, no sólo de la figura de Beato, el monje de Aniezo, sino de la circunstancia política e histórica en la que vivió. En mi Antifonario de la Liébana, libro que apenas ha leído nadie, pero que merece la pena leer, tengo un poema sobre Beato y Adosinda, la reina astur que se enclaustró a la muerte de su esposo, el rey Silo, aquél que se llevó a Pravia la corte. Sin embargo, de lo que quiero hablaros es de la tesis principal de este libro: Beato fue un personaje fundamental no sólo para la religión católica con su defensa de la verdadera naturaleza filial de Jesucristo frente al adopcionismo de Elipando que era más políticamente correcto con el invasor musulmán, sino también para la cultura occidental pues, gracias a él, Santiago se convirtió en patrón de las Españas bien es cierto que porque le interesaba a Alfonso II fortalecer su poder, pero no vamos a entrar en detalles y diré tan sólo que así fue. Y tras Santiago vino su camino y por aquel camino nos vinieron los monasterios y por esos monasterios la cultura del Románico y el Gótico y hasta el vino que bebemos en las comidas. Y claro, al final de ese camino nació una ciudad que, si es lo que es hoy en día, se lo debe a que alguien “encontró” la tumba del apóstol en aquel Campus Stellae ( no entro en el detalle de que si lo que vieron fue un fuego fatuo y, de ahí, de comburere, vendría Compostela porque le daría una alegría al parvo del alcalde compostelano). Y vinieron peregrinos, y se construyó una catedral, y una universidad y hasta vino la tuna y el señor que vende el pajarito en la plaza del Obradoiro al que conozco desde mi más tierna infancia. ¡A ver si ya se entera de una vez el ya mencionado alcalde compostelano y acude, aunque sea por educación, a la Misa del santo! Y si no, pues que desmonte el chiringuito y regresemos todos al basurero. Dixit.



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