lunes, 25 de marzo de 2019

EL OSITO DE BIMBO



El osito de  Bimbo aparecía en aquellas bolsas de pan de molde que fueron las primeras que se conocieron en España; también aparecía en los Bucaneros, Bonys, Panteras Rosas, Tigretones y más pastelillos que llenaban aquella panadería que había justo enfrente de casa, la misma en la que mi abuelo Luis me compraba una chocolatina de Milkibar. Como el muñeco Michelin, el osito de Bimbo fue un icono de mi infancia a los que añadiría, así de memoria, los Tip y Top del mundial de Alemania en 1974, el perro de Cruz Campo, el “hombre de la capa” de Shandeman y algunos otros. Todos son fácilmente encontrables en internet, pero entonces, el poseer una de estas imágenes requería comprar los productos o que tus padres tuvieran algún amigo que te los pudiera conseguir, bien porque trabajara en la fábrica o porque un familiar suyo tuviera acceso a tan preciada mercancía. Como el muñeco Bibendus, el osito de Bimbo también ha sufrido una evolución desde 1947 hasta estos años que nos acercan peligrosamente al primer cuarto del siglo XXI. Hoy le ha tocado el turno a este simpático osito que alegró las tardes de anginas con fiebre, inyecciones y juegos en la cama.

No hay comentarios:

Publicar un comentario