lunes, 25 de marzo de 2019

ENEAS COMIENDO PIZZA


Ha llegado ya Eneas a las costas de Italia y, sobre la hierba, colocan unas tortas de harina de espelta. Pero vamos  escuchar a Virgilio en la elegante versión decimonónica de don Eugenio de Ochoa:

Tiéndense Eneas, los principales caudillos y el hermoso Julo bajo las ramas de un árbol; dispónense la comida, y para ello colocan sobre la hierba tortas de flor, hacinando luego sobre aquel asiento, dado por Ceres (así se lo sugirió el mismo Júpiter), multitud de frutas silvestres. Consumidos estos manjares, como su escasez los forzase a morder las tortas, a violar con mano y dientes audaces el círculo de la fatal corteza y a no perdonar sus espaciosos cuadros, "¡Ay, hasta las mesas nos comemos!", exclamó Iulo, sin hacer nada más alusión al oráculo

         vamos a ver ese texto en latín:

(…) consumptis hic forte aliis, ut verteré morsus

exiguam in Cererem penuria adegit edendi,

et violare manu malisque audacibus orbem

fatalis crusti patulis nec parcere quadris:

“heus, etiam mensas consumimus? inquit Iulius,

nec plura, adluens.

 

         A su vez, resalto este pasaje:

 

et violare manu malisque audacibus orbem

fatalis crusti patulis nec parcere quadris:

 

que en mi traducción, peor que la de Ochoa, dice:

 

obligó a violar con la mano y con dientes audaces el círculo

de la torta del destino y a no perdonar los anchos cuadros.

 

El circulo es la “base” de pizza y los anchos cuadros – dice Sanz del Río - , son la parte ancha de la pizza que tiene esa forma para poderla coger con la mano. Apasionante.  ¿O no? Para que luego digan que el latín es aburrido.

 

 



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