martes, 1 de noviembre de 2022

LAS DOS HERIDAS DE AMISTAD DE LUIS ROSALES

 


Don Luis Rosales tuvo dos heridas de amor: la de Lorca, una herida infectada por la calumnia y la más conocida, y la de Joaquín Amigo, apenas conocida. Era Joaquín Amigo catedrático en Lanjarón y amigo de Lorca y de Rosales con los que compartía la afición y el gusto por la poesía. Amigo era cristiano e iba a misa. Nada sabía de odios, ni de rencillas, ni de crímenes. El 27 de agosto de 1936, apenas diez días después del asesinato de Federico, Joaquín fue arrojado por el Puente Nuevo de Ronda. Con Lorca y con Rosales había sido el impulsor de la revista Gallo. Fue una víctima de “compensación” por los muertos de los “rebeldes”. Su cadáver, como el de Federico, jamás ha sido encontrado. Que ambos descansen en paz.

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