miércoles, 29 de mayo de 2024

EL ROSARIO DE LA AURORA O EL CARÁCTER ESPAÑOL

 

Seguro que hemos oído hablar de “acabó como el rosario de la aurora” y quiero contaros lo que he leído del porqué de esta expresión.

         Dos son los posibles orígenes:

         El primero hace referencia a la Revolución Gloriosa de 1868 que supuso el destronamiento de Isabel II, su exilio en París y la llegada del conocido como Sexenio Democrático (1868-1874) en el que se incluye el efímero reinado de Amadeo de Saboya y el no menos efímero  paso de la Primera República que duró un año y diez meses, más o menos.

         Con la Gloriosa, a las masas le entró un furor anticlerical que se repetiría, por desgracia, sesenta años más tarde porque en España, literalmente, “nos comemos a los santos”. Parece ser que había en muchos lugares de España la costumbre de, con la llegada de mayo, rezar un rosario a la salida del sol que terminaba en algún lugar de culto mariano. La costumbre solía terminar muchas veces en una chocolatada como la que tuvimos el otro día en Laguna de Duero al terminar el tradicional Rosario de la Aurora de la Cofradía de la Virgen del Villar y trascurría sin más incidentes que las manchas y los berretes producidos por la ingesta del “alimento de los dioses”. Todo era maravilloso hasta que en un año del Sexenio los rezantes u orantes del Rosario se encontraron con un grupo de anticlericales y aquello terminó no en una chocolatada, sino “como el Rosario de la Aurora”, es decir, a farolazos. Muy español.

         La segunda explicación puede venir de un suceso acaecido en Cádiz, más en concreto en algún pueblo de la provincia, en donde la Cofradía del Rosario de la Aurora salía por la calle a hora temprana. Pero, claro, estamos en Cádiz con ese cante, esas guitarras y esas chirigotas y aquellos orantes se pasaban con su alboroto cada vez que rezaban el Rosario y despertaban a medio pueblo. Entonces, un alguacil tuvo la mala idea de prohibirlo y medio pueblo se puso a favor del Rosario contra el otro medio que apoyaba al alguacil. El asunto acabó con vecinos arrojando todo lo que pillaban desde las ventanas contra los cofrades que huían protegidos por sus seguidores. También he leído por ahí que el alguacil de marras era miembro de   otra cofradía contraria que, envidiosa por el éxito de la del Rosario mañanero, decidió boicotearla y reunió a vecinos de su misma cofradía que fueron a la encuentro de los rezadores matutinos con cencerros, panderos y lo que pillaron para acallar a los de la cofradía contraria.

         No podemos saber cuál es el origen verdadero, pero los dos que propongo (los anticlericales de la Gloriosa o los cofrades del pueblo de Cádiz) son perfectamente posibles en España. Así que quedaos con la que más os guste.

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario