miércoles, 20 de noviembre de 2013

LA TÍA QUE ERA MADRE






Otra de mis lectura de noviembre – de lo que llevamos de noviembre – ha sido este maravilloso libro de Edith Wharton, La solterona ( The Old Maid) de la que yo ya había leído un libro que he recomendado mucho y que ha sido una de mis grandes lecturas, Ethan Frome. En el libro que hoy os comento, esta escritora neoyorkina que vivió largo en tiempo en Francia y en cuyas tierras murió, nos hace una vivisección de la alta sociedad del Nueva York de finales del XIX y nos plantea una situación que en ocasiones nos pone un nudo en la garganta. Curiosamente, los hombres no salimos malparados en ella y sí quedan en evidencia el sanedrín de mujeres de la ciudad que juzgan según su estricto código moral heredado de sus antepasados holandeses. Una buena novela que os recomiendo con buena traducción y postfacio de Lale González –Cotta y que publica con gusto esa editorial que tanto está haciendo por la litertura norteamericana “olvidada” ( no sólo de Hemingway vive el hombre) que es Impedimenta.


1 comentario:

  1. Pues yo leí hace tiempo ETHAN FROME, aunque fue por una época en la que andaba un poco despistado y picoteaba sin mucho sentido de aquí y de allá. No sé por qué me viene una y otra vez la imagen de una lámpara, y cierto aura misterioso, que relaciono con De Quincey o el frío de los rusos del XIX.
    Un saludo, Luis.

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