domingo, 5 de enero de 2014

MANUEL BARBOSA DE BOCAGE


     
Este soneto con tres cuartetos de Manuel Barbosa de Bocage, ese gran poeta portugués del XVIII, es una triple obra de arte: por un lado, el poema en sí; por otro, la música de Alfredo Duarte “Marceneiro” que le puso en los moldes de un fado “cuf”; finalmente, la interpretación fantástica del maestro Carlos do Carmo. Hoy, víspera de Reyes, os lo dejo como regalo en esta traducción que pergeñé el otoño de 2012. Espero que os guste aunque sé que a Jaime Siles no le va a gustar. Me da lo mismo que lo mismo me da.
Ya de nuevo en mis ojos aparecen
la gracia, risa, flores de alegría;
ya, en mi miedosa fantasía,
cuidados que velaban se adormecen.

La humanidad, nacida para amar,
tarde o presto cae en brazos de ternura;
tú eres dulce atractivo; hermosura
es convencer, es seducir, es encantar.

La flojera en el amor es una ofensa,
ofensa que se alza a grado supremo;
pasión pide pasión; fervor extremo
con extremo fervor se recompensa.

Si un celeste poder, tirano y duro,
esclaviza a veces las libertades,
¿de qué servía, razón, tu fuego puro?

No fuerzan corazones las divinidades:
sino amigo no hay, ni sino oscuro;
hados son pasiones, son voluntades.


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