jueves, 12 de febrero de 2015

SEÑORA DE LAS VIÑAS



Desde hace muchos años, he sentido una gran devoción por Yannis Ritsos, ese gran poeta nacido en 1909 en Monemvasiá. Recuerdo aquella traducción que prologaban Fernández Galiano y Goyita Núñez Esteban, profesora mía en la Complutense, en los clásicos de Plaza&Janés. La poesía de Ritsos huele a mar, a monte, a la leche recién ordeñada., a  libertad. Sus versos tienen la luz de Grecia y el silencio milenario de los olivos y por ellos corren caballos de cristal que retumban en las vacías tinajas. He leído ahora Romiosyne y La Señora de las Viñas en una excelente traducción de Juan José Tejero que hace una edición muy cuidada con el texto griego confrontado. Leyendo estos poemas , todos encontramos el pomo de la casa de nuestros padres mientras ascendemos la escalera pájaro a pájaro.   

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