jueves, 17 de enero de 2019

DE MAKETOS Y CHARNEGOS



El profesor  Atienza, en la introducción al libro de Aresti que comentábamos en la entrada anterior, nos habla de cómo el proceso nacionalista vasco, con Sabino Arana a la cabeza, surge cuando llegan a las Vascongadas una población emigrante con otras costumbres y con otra lengua. A la pujante burguesía vasca le interesaba que el "maketo" fuera distinto porque le permitía pagarle menos cantidad, menos sueldo que al paisano. Al maketo había que explotarlo y había que diferenciarlo no permitiéndole el acceso al euskera, la lengua de la tribu. Es duro, pero, si lo analizamos en profundidad et sine ira et studio, hay mucho de verdad. En Cataluña, algo parecido ocurrió con la separación, siempre ventajosa para los burgueses, entre los “charnegos” y los catalanes de toda la vida.  Lo curioso es que en este nacionalismo que es claramente burgués en sus comienzos, a partir de los sesenta, se mete la izquierda vasca y se convierte en izquierda abertzale o nacionalista lo que, según hemos visto, es una contradictio in terminis. ¿Qué razones le llevaron a la izquierda a unirse a una revolución burguesa y capitalista que contaba con el apoyo de los sectores más radicales del clero? La respuesta es sencilla: la idea de que, formando una "patria vasca", el marxismo podría triunfar y e instaurar un régimen de tantas libertades como el soviético. Es decir que capitalistas y marxistas se unieron con la única finalidad de hacer un Euskadi libre de los “ocupadores imperialistas”. De ahí que un partido católico y de derechas como el PNV recogiera las nueces que le sacudía la izquierda vasca y, por qué no decirlo, ETA que nunca fue una banda "fascista" sin una banda de extrema izquierda que quería imponer en el País Vasco un régimen de “libertades” al estilo de Stalin. Por eso,  confundir a ETA con la libertad, es uno de los grandes errores de los "patriotas vascos". Si ETA hubiera conseguido ese estado idílico vasco ( al estilo de Stalin, con sus purgas y crímenes) los señoritos de la margen derecha del Nervión no hubieran quedado bien parados, pero los "caballeritos de Guetxo" tuvieron ( y tienen la caradura) de aprovecharse del nogal.  Que gentes como Otegui y como Arzallus marcharan juntos siempre ha sido algo que me ha hecho sospechar.

         Pero ya metido en harina, vemos que algo muy similar ocurrió y ocurre en Cataluña. El nacionalismo catalán es burgués y católico ( de ahí lo desorientados que andan la Iglesia catalana que si es católica no puede ser nacionalista), pero, llegado un momento, la izquierda vio la posibilidad de sacar tajada y esa es la razón que  gentes como Rufián coincidan en los fines con Torra o Puigdemont.

         Pero es que además, la izquierda catalana y vasca sirvieron para atraer a los hijos de los maketos y de los charnegos que, luchando por Euskadi o por Catalunya, se venía integrados en la "patria" que quería tener a sus padres como emigrantes enviados por el Caudillo ( esas chorradas se han llegado a decir, la Mare de Deu) como trabajadores a los que, como hemos dicho antes, podían pagar menos porque " no eran de la misma casta".

         El nacionalismo, salvo el defensivo como fue el gallego cuyo origen ya trataremos, es siempre provinciano, es un fenómeno de jocs florals de poca monta, es el decir que el ocaso en Palamós es mejor que el ocaso de Almería. o que el de Fisterra.

         Los que me conocéis, sabéis que mi amor por el vasco y por el catalán es muy grande, pero es que una cosa es el amor a una lengua y otra que nos tomen por tontos.

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