jueves, 31 de enero de 2019

EURÍPIDES, MI GRAN TRÁGICO


He regresado a Eurípides a sus Bacantes y a su Hécuba en este plan de relectura de sus tragedias que me he planteado. ¡Qué gozada volver a sentir las botas de cazador de Penteo! ¡Qué gozada los discursos maravillosos de Hécuba frente a Agamenón! ¡Qué gozada esos coros líricos¡ Necesitaba a Eurípides porque necesito la tragedia griega, ese espejo del hombre. Necesitaba escuchar las voces de esos personajes tan humanos, tan llenos de vida, tan llenos de sentimiento.  Eurípides con sus dos mil años,  sigue siendo actual, tan actual como cuando escribía en aquella Atenas de olivos de luna. Nadie me podrá quitar a mi gran maestro, a mi gran trágico, a mi gran amigo.


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