miércoles, 20 de noviembre de 2013

DE COSTA A COSTA





Tenía este  libro de Jack Kerouac en lo más alto de los estantes de la biblioteca desde el año 2009-desde  el 18 de marzo de ese año para ser más exactos -  y no lo había leído porque, como suele pasar, otros libros le habían ido quitando el puesto en la “lista de espera”. Por fin, en este noviembre, le he hincado el diente y tengo que reconocer que no me ha disgustado, pero los personajes no tienen esa fuerza de, por ejemplo, Stegner, mi caro maestro. Para alguien que viaja muy poco o casi nada como un servidor, tanto viaje puede resultar casi agobiante, pero, al tiempo, hermoso. ¡Seis veces recorren Norteamérica de costa a costa!  Kerouac fue todo un icono para la generación beat y su libro ha ejercido una gran influencia en la literatura y en el cine de aquellos lares. Merece la pena su lectura y ,si os sobran los euros, nada, a viajar de costa a costa como el programa que presentaba Luis del Olmo.

lunes, 18 de noviembre de 2013

¿CÓMO LO HACE ESTE HOMBRE, MEIN GOTT?





Es la primera vez que leo a Jaime Siles – uno tiene sus imitaciones-, pero, evidentemente, lo conocía de los libros y de las antologías. Y de los premios literarios pues no hay casi un premio en el que Jaime Siles no esté presente como jurado. También está en homenajes y en actos literarios varios con lo que, al acabar la lectura de su libro y sabiendo que, a mayores, como dicen en Pucela, es Catedrático de Filología Latina en Valencia y, a mayores de mayores, hace críticas para los periódicos y, a mayores de mayores de mayores, hasta se carteaba con don Vicente Aleixandre ,  me surge la pregunta que me formulo y os formulo: ¿cuándo escribe este señor los poemas? En fin, eso es problema suyo como lo es nuestra bajeza intelectual en comparación con tan increíble mente  Sin embargo, me llama también la atención que en Pasos en la nieve, Siles utiliza sin vergüenza la rima y eso es algo que me parece digno de elogio porque se abaja a la poesía del pueblo. Pero aún no termino, mein Gott, pues sucede que este bardo incansable, en sus poemas, recoge muchos paisajes de diversos lugares del mundo y pasajes de diversas literaturas con lo cual me surge de nuevo la duda: ¿cuándo escribe Jaime Siles? Espero que algún día me dé la respuesta. Amén.
De su viaje a China, durante el cual tuvo tiempo para escribir algunas cosas pese a que iba con Luis Racionero el hombre que sabe de todo porque se lo ha leído todo y se aburre como Rimbaud, entresaco este poema sobre Pekín:

PALACIO IMPERIAL: PEKÍN
Columnas de madera
con su laca remota
como sangre del tiempo
girando sin cesar.

Y en medio de sus múltiples
largos tejados lentos,
un solo prisionero,
al que quienes le temen
llaman emperador.

Toda mi vida ha sido
como es este palacio:
lo prohibido en ella
he sido sólo yo.

Por cierto, se me olvida decir que Jaime Siles es también presidente de la Sociedad Española de Estudios Clásicos. ¿Cómo lo hace, mein Gott, cómo lo hace?

POLONIA Y SUS POETAS



         Me gustan los poetas polacos. Esta oración aseverativa sirve para expresar un sentimiento que se ha ido fraguando poco a poco en el tiempo. Son grandes poetas que tienen siempre mucho que decir y cuya lectura alimenta y nutre nuestra alma. Ya en verano tratamos de Twardowski ahora en otoño hablamos de Adam Zagajewski, al que ya habíamos leído hace tiempo, pero al que la lectura de estos Poemas escogidos en traducción de Elzbieta Bortkiewicz y en la selección y prólogo de Martín López –Vega. Os copio este poema simplemente maravilloso:

A…

 CIUDADANA muerte, atentamente solicito
se me prorrogue
mi endeudamiento frente a su
poderosa institución que usted
tiene a bien dirigir desde hace siglos,
maestra del deporte violento, hacha
suave, papisa, labios cual tijeras
de terciopelo. Yo no halago, pido,
no exijo, en mi defensa sólo tengo
el silencio, la rosa en el césped, el ruiseñor en la rama,
a él le perdonas su estúpido
largo durar entre las hojas de un álamo temblón
distinto cada vez, gotas de eternidad, gramos
de hechizo y quejas aletargadas de poetas pobres
a los que no a prorrogaste el pasaporte.

sábado, 9 de noviembre de 2013

HISTORIA DEL CORAZÓN





 
 
         Si hay un libro que tengo en el corazón – y valga la redundancia – es Historia del corazón de Vicente Aleixandre, ese gran poeta sevillano del que parece que nos hemos olvidado. Lo compré en la librería González de Santiago de Compostela por la módica cantidad de cien pesetas, 0,60€ para los que no se manejan en la moneda antigua de España, y estaba en un montón en un hueco de una ventana. Qué pena que Aleixandre ya no esté entre los elegidos, pero el mundo poético es así. Recuerdo también que en COU nos mandaron leer Espadas como labios y no entendí nada: normal para un chaval de diecisiete años, pero ,luego, aquellos versos que están aún grabados en una piedra de Navarrulaque, me llegaron al corazón. Son de Sombra del paraíso, otro libro de culto, y rezan así:
" Sobre está cima solitaria os miro
campos que nunca volveréis por mis ojos
Piedra de sol inmensa, eterno mundo
y el ruiseñor tan débil que en su borde lo hechiza."
Pero, claro, estamos en otoño y no podían faltar estos versos de “mi” Historia del Corazón:
Nacimiento del amor

¿Cómo nació el amor? fue ya en otoño.
Maduro el mundo,
no te aguardaba ya. Llegaste alegre,
ligeramente rubia, resbalando en lo blando
del tiempo. Y te miré. ¡Qué hermosa
me pareciste aún, sonriente, vívida,
frente a la luna aún niña, prematura en la tarde,
sin luz, graciosa en aires dorados; como tú,
que llegabas sobre el azul, sin beso,
pero con dientes claros, con impaciente amor!

Te miré. La tristeza
se encogía a lo lejos, llena de paños largos,
como un poniente graso que sus ondas retira.
Casi una lluvia fina  -¡el cielo azul!-  mojaba
tu frente nueva. ¡Amante, amante era el destino
de la luz! Tan dorada te miré que los soles
apenas se atrevían a insistir, a encenderse
por ti, de ti, a darte siempre
su pasión luminosa, ronda tierna
de soles que giraban en torno a ti, astro dulce,
en torno a un cuerpo casi transparente, gozoso,
que empapa luces húmedas, finales, de la tarde
y vierte, todavía matinal, sus auroras.

Eras tú, amor, destino, final amor luciente,
nacimiento penúltimo hacia la muerte acaso.
Pero no. Tú asomaste. ¿Eras ave, eras cuerpo,
alma solo? Ah, tu carne traslúcida
besaba como dos alas tibias,
como el aire que mueve un pecho respirando,
y sentí tus palabras, tu perfume,
y en el alma profunda, clarividente
diste fondo. Calado de ti hasta el tuétano de la luz,
sentí tristeza, tristeza del amor: amor es triste.
En mi alma nacía el día. Brillando
estaba de ti; tu alma en mí estaba.
Sentí dentro, en mi boca, el sabor a la aurora.
Mis ojos dieron su dorada verdad. sentí a los pájaros
en mi frente piar, ensordeciendo
mi corazón. Miré por dentro
los ramos, las cañadas luminosas, las alas variantes,
y un vuelo de plumajes de color, de encendidos
presentes me embriagó, mientras todo mi ser
                                                             a un mediodía,
raudo, loco, creciente se incendiaba
y mi sangre ruidosa se despeñaba en gozos
de amor, de luz, de plenitud, de espuma.

 
 

viernes, 8 de noviembre de 2013

LA EPÍSTOLA MORAL A FABIO


        
Cuando llega el otoño, me apetece regresar a los clásicos que siempre han estado ahí para hacernos la vida más fácil. En septiembre, releí esa obra tan maravillosa que es la Epístola moral a Fabio, tan clásica y tan hermosa. De tan bella obra, os he elegido esos versos que tanto me gustan y en los que se habla de ese ángulo que a todo poeta nos basta para vivir. Os recomiendo unas castañas calentitas en vuestro ángulo mientras que leéis a Fernández de Andrada, que, también como todo poeta, vivió y murió en la pobreza.

¡Pobre de aquel que corre y se dilata

por cuantos son los climas y los mares,

perseguidor del oro y de la plata!

 

   Un ángulo me basta entre mis lares,

un libro y un amigo, un sueño breve,

que no perturben deudas ni pesares.

 

   Esto tan solamente es cuanto debe

naturaleza al simple y al discreto,

y algún manjar común, honesto y leve.

 

lunes, 4 de noviembre de 2013

LE NOBEL ET LE MOINE


                
¡Qué maravilla leer la conversación serena y sosegada que tienen un premio Nobel de medicina, Luc Montagnier y un monje cisterciense, Père Michel Niaussat! ¡Qué pena que una conversación de este tipo sea imposible en nuestra España! ¿Alguien imagina a Fernando Savater y a Rouco Varela hablando serenamente sobre el pecado, el aborto o la eutanasia? En este libro un ateo y un monje hablan y no se matan. Quizás todo provenga de que Francia es un estado laico que produce los mejores filósofos católicos que he léído. Quizás.
 

domingo, 3 de noviembre de 2013

GUIDO GOZZANO


                       
Me gusta mucho el italiano y leer en esta lengua es una de mis mayores aficiones. Leyendo alguna cosita de Carlos Pujol, ese gran intelectual que nos dejó no hace mucho, supe que había traducido a este poeta italiano apenas conocido. Y no lo dude: me lancé a su lectura que, la verdad, no me ha desagradado. Guido Gozzano es un poeta que, como las mayoría de los italianos, se fija mucho en los detalles, en las pequeñas cosas que cuidaba el poeta como decía el maestro Dámaso Alonso. Os ofrezco Salvación en la muy cuidada traducción poética del ya mencionado Carlos Pujol:

 
SALVEZA
 
Vivere con que ore?
Vivere cinque età?...
Benedetto il sopore
che m’addormenterà…
 
Ho goduto il resveglio
dell’anima leggiera:
meglio dormire, meglio
prima della mia sera.
 
Poi che non ha ritorno
il riso mattutino.
La belleza del giorno
è tutta nel mattino.
 
 
SALVACIÓN
 
¿Vivir sólo cinco horas?
¿O cinco largas vidas?
Sea bendito el sueño
que interrumpe mis días.
 
He gozado el momento
en que el alma despierta:
prefiero dormir antes
de que el día se muera.
 
Porque aquella sonrisa
matinal ya no vuelve.
La belleza del día
está en cuando amanece.