miércoles, 26 de diciembre de 2018

WEBERN ANTE EL PRECIPICIO


Dice Cibrán Sierra, uno de los dos violines maravillosos del muy maravilloso Cuarteto Quiroga, que Antón Webern, cuando compuso su Langsamer Satz, se “asomó al embriagador precipicio donde sólo el vértigo del tiempo aguarda”. Bellísimas palabras de este gran músico que sitúa la posición de Webern con gran precisión. La expresividad lírica del Romanticismo, herencia de sus antepasados musicales, estaba llegando ya a su fin y Webern tenía que continuar por otros caminos que, por aquel entonces, estaban sin descubrir. El camino lo marcó el mismo Webern con su Opus 5, sus famosas Fünf Sätze für Streichquartett,  que fueron el principio de otra manera de entender la música que servirá de hontanar para músicos posteriores. El Cuarteto Quiroga, en su magnífico disco Statements, Declaraciones, graban ambas composiciones del músico austriaco y eso nos sirve de ejemplo inmejorable de lo que acabamos de decir. Pero ojo que la belleza requiere una gran hombría como decía don Antonio Gamoneda.

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