lunes, 12 de octubre de 2020

EL BÍPEDO IMPLUME

 


Vuelvo al ataque con Diógenes que tiene la fuerza del descaro, de la desvergüenza, en definitiva, de algo tan griego como fue la παρρησία que tanta falta nos está haciendo hoy en día frente a esta raza tóxica de políticos que nos ha tocado vivir. La anécdota es archiconocida y ha sido, es y será usada por los profesores de filosofía para llamar a sus alumnos algo permitido. En fin…

Πλάτωνος ὁρισαμένου, Ἄνθρωπός ἐστι ζῷον δίπουν ἄπτερον, καὶ εὐδοκιμοῦντος, τίλας ἀλεκτρυόνα εἰσήνεγκεν αὐτὸν εἰς τὴν σχολὴν καί φησιν, « Οὗτός ἐστιν ὁ Πλάτωνος ἄνθρωπος. »

Platón, tras haber definido al hombre como un bípedo implume, recibió muchos aplausos. Diógenes desplumó un gallo y lo arrojó en medio de la escuela diciendo: “Aquí está el hombre de Platón”.

 

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