martes, 23 de enero de 2018

ROSA CHACEL Y SU NOVELA ENSAYO





Quiero hablaros de dos novelas de Rosa Chacel: Memorias de Leticia Valle y Barrio de Maravillas. La segunda la había leído hacía bastantes años y la segunda, pese a conocerla por la película que supuso el debut de Emma Suárez, no la había leído. Vayamos con la primera.
         Leticia es una niña vallisoletana cuyo padre ha vuelto mutilado de la guerra. En aquella casa sin madre, Leticia vive con su padre y con su tía. Hay también unas tías mayores a las que la niña visita en el Valladolid de la posguerra. Cuando la familia decide irse a Simancas, Leticia conocerá a las gentes del pueblo, pero también conocerá a don Daniel, el marido de su maestra particular, con el que sentirá algo muy especial, más admiración intelectual que nada relacionado con la atracción sexual -y aprovecho para decir que no hay, a mi modo de ver,  entre don Daniel y Leticia ningún tipo de “carnalidad” y que lo que sí existe entre ellos es tan sólo una admiración que la niña siente por alguien mayor en conocimiento. No obstante, si se diera esa atracción sexual, estaría ésta en las miradas de don Daniel que, obviamente, no podemos ver en el libro por muy bien que escriba Chacel. . No es por tanto Leticia un adelanto de la Lolita de Nabokov como erróneamente se ha dicho en demasiadas ocasiones. Leticia, recordemos que estamos en plenos años cuarenta, sí que es una mujer adelantada a su tiempo que tiene por objetivo ser algo más que una simple ama de casa. La profesora Carmen Morán Rodríguez, como bien cita Gonzalo Álvarez Pereletegui de la UVA,  ve en Letivia el “núcleo gordiano del antifeminismo de Rosa Chacel que considera que la mujer tiene que tomar su papel social sin ni siquiera exigirlo. Por otro lado Morán Rodríguez, ve en el personaje de don Daniel un trasunto de Ortega que tanto influyó en la escritora vallisoletana en sus novelas-ensayo si se me permite nombrar así a las novelas de Rosa Chacel en las que lo intelectual y lo filosófico le dan a su escritura una situación cercana al ensayo.
         De Barrio de Maravillas, deciros que en esta ocasión son dos niñas, cercanas ya a la adolescencia, las que protagonizan una novela en donde el ensayo filosófico está muy presente con numerosas reflexiones que, para algunos lectores poco avisados en este género, enturbian el normal desarrollo de la novela. Es cierto que el estilo de Chacel no es sencillo, pero su lectura, que tiene que ser obligatoriamente reposada y sin prisas, tiene momentos de gran brillantez, de hermosas miradas de poeta y de filósofo. Clara Janés dice que esta es una novela en la que la luz es una protagonista más y tienen razón.
         Ambas novelas no están de moda. Ya lo sé, pero me gusta lo que no está de moda porque lo que está de moda es alimentarse con la bazofia que aparecen entre los libros más  vendidos y en  sombras y pilares de la tierra no gasto mi tiempo.

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