lunes, 1 de noviembre de 2021

CIGARRALES DE TOLEDO DE TIRSO DE MOLINA

 


Visitando Toledo a finales de septiembre y comienzos de octubre, ese mes que ayer se nos fue con sus primeras horas otoñales,y mientras un trenecillo turístico nos llevaba a ver la mejor vista de Toledo que vieron los siglos, hicimos una escala en los Cigarrales toledanos, esos que habitó el doctor Marañón y que cantó Tirso de Molina que es, por cierto, algo más que el nombre de una estación de metro que aparece en las canciones de Joaquín Sabina. Y, mientras el trenecillo nos llevaba de vuelta a la ciudad del Tajo, paré mientes en que no había leído esos cigarrales de Tirso. Ya instalados en Consuegra, pedí con urgencia, como el que pide un medicamento vital, por Iberlibro un ejemplar de los Cigarrales de Tirso y, al volver a Boecillo después de pasar por Córdoba y tener allí mi revelación poética, me estaban esperando en casa. He leído el primer tomo de tan maravillosa lectura en la que fray Gabriel Téllez, en hábil sátira menipea,  mezcla el verso con la prosa y el resultado es fantástico. La lengua de Tirso y su gran sabiduría poética hacen de la lectura de esta obra una delicia. Pero ¡ojo! que no se lleguen hasta ella los lectores de best sellers porque acostumbrados a la prosa con sintaxis de rebajas les va a ocurrir como aquel estudiante que, al leer aquellos versos de Rubén que dicen “ que púberes canéforas te ofrenden el acanto” no se enteró más que del “que” primero. Os copio el comienzo del segundo tomo para que vayáis abriendo boca y mientes:

         Amaneció el vaquero de Admeto y con él otros muchos soles que en el oriente del festejado Cigarral madrugaron a instancias del f laureado don Juan, gobernador del aplazado pasatiempo, y entre ellos el de la forastera Peregrina, si no más hermoso, a lo menos más admirado,- propiedad de todo lo que es nuevo, pues nuestra mudable  inclinación tiene de ordinario en más lo advenedizo, no tanto por su estima, cuanto por el desenfado que trae consigo.

         Lo dicho: para paladares exigentes.

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