viernes, 1 de julio de 2022

LA GOTERA DEL GUADARNÉS

 


Este mes de junio pasado me releí esa maravilla de libro que es el Nostalgiario andaluz de ese poeta del grupo Cántico que fue Mario López, el labrador de Bujalance. Muchas son las maravillas de las que trata Mario López en este libro chiquito pero que es muy grande. A mí, me gusta ese capitulito que titula “ La gotera del guadarnés” del que os copio un fragmento:

         “Recordarás las primeras tormentas de septiembre al cobijo de aquellos inefables graneros del “palacio”, donde los más audaces y sugestivos sueños de tu infancia tuvieran lugar bajo sus techos y altos zaquizamines. (…) Hilaban su salterio de agua triste las gárgolas por sus dentadas fauces de dragón de hojalata, salpicando las losas de piedra de Porcuna, que aceraban las calles, y en aquella gotera del guadarnés sonaba distinta la memoria del verano ya herido por el presentimiento del cercano retorno al Instituto-Escuela- diverso y simultáneo mundo tuyo de entonces-, con su olor de recientes barnices y sus clases, abiertas a los rojos ponientes del Retiro… (…)”

         Explico que zaquizamí es un desván y que el niño Mario, al acabar el verano , tenía que volver a su colegio matritense. Toda la pena del mundo se resumía en la gotera del guadarnés. En esta tarde del primero de julio, yo también escucho otras goteras en lejanos guadarneses que me anuncian de otros regresos, de algunas huidas, de algunas marchas hacia aquellos puertos en los que habitaba la luz del mediodía. Cosas de poetas.

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