jueves, 31 de mayo de 2018

SAN PABLO Y SU DISCURSO EN EL AREÓPAGO



         Hace muchos años que tenía ganas de leer con vosotros el discurso que pronunció san Pablo en la colina ateniense del Areópago y que es todo un referente en doctrina cristiana. Retóricamente,  no es un gran discurso, pero, en él, el  santo de Tarso expone de manera muy clara la idea de Dios que les podría ser más comprensible a los cultos atenienses. Sorprende que Pablo, cuyo oficio era el de tejer lonas para las tiendas de campaña, fuera capaz de hablar así de bien a un público tan especializado en oratoria pues recordemos que el “viaje de estudios” de los romanos era a Atenas en donde estudiaban con algún rethor de prestigio.

22  Σταθεὶς δὲ [ὁ] Παῦλος ἐν μέσῳ τοῦ Ἀρείου Πάγου ἔφη, Ἄνδρες Ἀθηναῖοι, κατὰ πάντα ὡς δεισιδαιμονεστέρους ὑμᾶς θεωρῶ·

22. Pablo, en pie en medio del Areópago, dijo:” Atenienses, en todo os contemplo como los más religiosos.

23. διερχόμενος γὰρ καὶ ἀναθεωρῶν τὰ σεβάσματα ὑμῶν εὗρον καὶ βωμὸν ἐν ᾧ ἐπεγέγραπτο, Ἀγνώστῳ θεῷ. ὃ οὖν ἀγνοοῦντες εὐσεβεῖτε, τοῦτο ἐγὼ καταγγέλλω ὑμῖν.

23. Pues, paseando y contemplando vuestras imágenes,  encontré también un altar en el que estaba escrito: al dios desconocido. Pues bien, ese dios al que desconociendo le dais culto yo os le vengo a anunciar.

24. ὁ θεὸς ὁ ποιήσας τὸν κόσμον καὶ πάντα τὰ ἐν αὐτῷ, οὗτος οὐρανοῦ καὶ γῆς ὑπάρχων κύριος οὐκ ἐν χειροποιήτοις ναοῖς κατοικεῖ

24. el dios que ha hecho el universo y todo lo que hay en él, ése que es señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por la mano del  hombre

25  οὐδὲ ὑπὸ χειρῶν ἀνθρωπίνων θεραπεύεται προσδεόμενός τινος, αὐτὸς διδοὺς πᾶσι ζωὴν καὶ πνοὴν καὶ τὰ πάντα·

25. ni, necesitando de nadie, es cuidado por manos humanas pues él es el que nos da a todos la vida, el aliento y todo.

26  ἐποίησέν τε ἐξ ἑνὸς πᾶν ἔθνος ἀνθρώπων κατοικεῖν ἐπὶ παντὸς προσώπου τῆς γῆς, ὁρίσας προστεταγμένους καιροὺς καὶ τὰς ὁροθεσίας τῆς κατοικίας αὐτῶν,  

26. Y de uno hizo todos los linajes del hombre para que habitaran sobre la faz de la tierra, delimitando los tiempos  y las fronteras de su lugar de habitación.

27  ζητεῖν τὸν θεὸν εἰ ἄρα γε ψηλαφήσειαν αὐτὸν καὶ εὕροιεν, καί γε οὐ μακρὰν ἀπὸ ἑνὸς ἑκάστου ἡμῶν ὑπάρχοντα.

27. y para buscar a Dios, por ver si a tientas lo buscaban y lo encontraban, pues no habita muy lejos de cada uno de nosotros.
         Encontramos aquí la idea, siguiendo las palabras de San Josemaría de que Dios no es algo lejano, sino algo cercano, nuestra esencia y lugar de vivencia como dirá un poco más adelante San Pablo.

28  Ἐν αὐτῷ γὰρ ζῶμεν καὶ κινούμεθα καὶ ἐσμέν, ὡς καί τινες τῶν καθ᾽ ὑμᾶς ποιητῶν εἰρήκασιν, Τοῦ γὰρ καὶ γένος ἐσμέν.

28. Pues en él vivimos y nos movemos y somos, tal y como han dicho  algunos de vuestros poetas.
Recuerdo estas palabras dichas, en cada misa, por el padre Maruri, jesuita de San francisco de Borja en Madrid. Vivimos pues en Dios y no al revés.

29  γένος οὖν ὑπάρχοντες τοῦ θεοῦ οὐκ ὀφείλομεν νομίζειν χρυσῷ ἢ ἀργύρῳ ἢ λίθῳ, χαράγματι τέχνης καὶ a oro, ἐνθυμήσεως ἀνθρώπου, τὸ θεῖον εἶναι ὅμοιον.

29. En efecto, conociendo el linaje de Dios no necesitamos suponer  que su divinidad es semejante  al oro, la plata o la piedra.

30  τοὺς μὲν οὖν χρόνους τῆς ἀγνοίας ὑπεριδὼν ὁ θεὸς τὰ νῦν παραγγέλλει τοῖς ἀνθρώποις πάντας πανταχοῦ μετανοεῖν,

30. En efecto, Dios, pasando por alto los tiempos de la ignorancia, anuncia ahora a los humanos que todos, en cualquier tiempo, tienen que convertirse,
 
31  καθότι ἔστησεν ἡμέραν ἐν ᾗ μέλλει κρίνειν τὴν οἰκουμένην ἐν δικαιοσύνῃ ἐν ἀνδρὶ ᾧ ὥρισεν, πίστιν παρασχὼν πᾶσιν ἀναque todosστήσας αὐτὸν ἐκ νεκρῶν.

31. y para eso señaló un día en el que va a venir a juzgar a toda la tierra habitada por medio de la justicia y por medio de un hombre que ha destinado, dándoles a todos una garantía al haberlo resucitado de entre los muertos.

32  Ἀκούσαντες δὲ ἀνάστασιν νεκρῶν οἱ μὲν ἐχλεύαζον, οἱ δὲ εἶπαν, Ἀκουσόμεθά σου περὶ τούτου καὶ πάλιν.

32. Habiendo escuchado los de la resurrección de los muertos, unos se burlaban, pero otros le dijeron: ya te escucharemos hablar de esto en otro momento.

33  οὕτως ὁ Παῦλος ἐξῆλθεν ἐκ μέσου αὐτῶν.
33. Así Pablo salió de entre ellos.

34  τινὲς δὲ ἄνδρες κολληθέντες αὐτῷ ἐπίστευσαν, ἐν οἷς καὶ Διονύσιος ὁ Ἀρεοπαγίτης καὶ γυνὴ ὀνόματι Δάμαρις καὶ ἕτεροι σὺν αὐτοῖς.

34. Pero algunos se unieron a él y creyeron entre los que estaban Dionisio el Aeropagita y una mujer cuyo nombre era Damaris y otros con ellos.


         Y,  hasta aquí,  el famoso discurso de San Pablo en el Aerópago que, como veis, tiene mucha tela que cortar.

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