domingo, 25 de agosto de 2019

EL MILAGRO DO MEU MENINO JESÚS DA CARTOLINHA




De las múltiples guerras que españoles y portugueses hemos tenido, hay una de la que quiero hablaros: La Guerra de los Siete años en la que los portuguesas y nosotros participamos,  siguiendo a los respectivos “jefes”,  en diferentes bandos. Portugal, que siempre, desde Aljubarrota, ha tenido como aliado a los ingleses, iba con ellos en esta guerra y nosotros que teníamos a un rey Borbón íbamos, como es de suponer,  con los franceses.  Y de ellos recibimos la orden de invadir Portugal y un antepasado de los Alba, un marqués de Sarria, don Nicolás de Carvajal, cruzó la frontera con veintidós mil hombres con la idea de tomar Oporto. Cruzó por Miranda pues la operación militar comenzaba por la toma de Tras-os –Montes. Corría el año de 1762 y don Nicolás llegó hasta el Duero, lo cruzó y se enfrentó a los mirandeses que, al principio perdían su ciudad. Sin embargo,  el marqués pronto sería expulsado de tan hermosa ciudad portuguesa porque un menino se puso al frente de las tropas portuguesas y nos dio a los españoles hasta en el cielo del paladar. Como suele ocurrir, el menino, una vez acabada la batalla, desapareció y los mirandeses lo atribuyeron al Niño Jesús. Y como le vieron vestido con su casaquita y su sombrero de copa, aquel menino se convirtió en O menino Jesús da Cartolinha que se venera en la catedral mirandesa y que, junto a él, guarda un nutrido ajuar de ropas entre las que no falta la capa tradicional mirandesa. Es más, o Menino es mariscal de campo y tiene la condecoración más alta del estado portugués: la Cruz de Santiago à Espada.

         Hace años, en aquel libro mío, del El Camino Duero, ya conté in extenso sobre este menino que nos sigue esperando con su carita de buena persona en la catedral de Miranda y en forma de figurita de barro en las muchas tiendas que se abren en la ciudad portuguesa.

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