domingo, 25 de agosto de 2019

FRANCISCO DE ALDANA Y MI REY DON SEBASTIÁN



Cuenta António Cândido Franco en su libro sobre el rey don Sebastián de Portugal, o meu rei, que entre las tropas portuguesas iban también soldados de otras naciones y de esas otras naciones, castellanos; y que al mando de esos castellanos iba “mi capitán Aldana” uno de los poetas a los que más he leído y querido. Pues bien, sigue contando el historiador portugués con su magnífica prosa que, cuando la batalla estaba ya ganada para los portugueses, se escuchó una voz que dijo: Ter! Ter! Volta! Volta! y que, por esta voz, los portugueses se replegaron y se perdió la batalla. Tres “culpables” señalan los historiadores: Miguel Leitão de Andrada, que iba en las tropas y que,  por tanto,  fue testigo directo, señala al capitán Pero Lopes; ni entro ni salgo en esta afirmación, pero la que no puedo sufrir es la afirmación de Antero de Figueiredo que se atreve a decir que fue mi capitán Aldana   que dio esa malévola orden. ¡Por ahí sí que no paso, señor de Figueiredo! Mi capitán fue hombre valiente y amigo do meu rei así que dudo mucho que de él partiera la orden. El ya mencionado António Cândido Franco sale en defensa de nuestra honra y dice que la orden partió del propio rey de Portugal que había ido a Alcazarquivir a ser derrotado. Esta afirmación da para mucho comentario, pero, al menos, exonera al ilustre poeta de tan alta responsabilidad.

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