sábado, 25 de diciembre de 2021

LAS ROSQUILLERAS, CUADRO DE MANUEL USSEL DE GUIMBARDA. (COMENTARIO LINGÜÍSTICO)

 


En el anterior entrada, os hablaba del anafre y, buscando fotos para ilustrarlo, me encuentro con este cuadro de Manuel Ussel de Guimbarda, pintor nacido en Cuba ( en la Cuba que era España) y que se dedicó a escenas costumbristas. El cuadro representa a unas vendedoras de rosquillas en una calle sevillana y en él podemos a ver a una mujer que está avivando el fuego del anafre con un aventador de esparto.  Al aventador también se le llamaba soplillo ( recordad lo de “orejas de soplillo”) y era muy usado en las cocinas y lumbres de nuestros abuelos. Si os fijáis bien en el cuadro, veis las manos de dos mujeres que trabajan la masa en unos lebrillos que eran unas vasijas más anchas por el borde que por el fondo y que se usaban para diversos usos que podían ir desde lavar la ropa, servir para un pediluvio o, como en este caso- y sin agotar sus múltiples posibles usos-, para hacer masa de rosquillas. Para contener el aceite, se usaban las alcuzas, que eran metálicas, o, como en este caso, una botija perulera que era estrecha de base, ancha de barriga y estrecha de boca. Además tenía un asa para poder echar el aceite. Estas vasijas estaban vidriadas o esmaltadas para contener mejor su contenido oleaginoso. En fin, que me perdonen los artistas por haber hecho este comentario lingüístico de un cuadro, pero el comentario artístico o pictórico se lo dejo en bandeja a los expertos. Que hablen ellos como yo os he hablado de las palabras con las que se designan  a los objetos que aparecen en el cuadro.

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