domingo, 14 de octubre de 2018

FRANCO, LA BRUJA, EL CURANDERO Y LA BARAKA


Sabido es que Franco era de Ferrol, lugar muy cercano a San Andrés de Teixido, el mágico lugar al que vai de morto o quen non foi de vivo. Es posible que, en las noches ferrolanas,  Franco viera a alguna meiga cruzando polo medio e medio do pobo o no medio de una galerna de todos los demonios como cuenta la leyenda que hubo el día en que nació, un 4 de diciembre de 1892.  Lo que parece un hecho probado es que Franco, durante su larga dictadura, recibió consejos de brujas, videntes y hasta de alguna monja. Quizás la más conocida fue la hechicera Mersida, una mujer rubia y de ojos verdes, hija de un militar francés y de una mujer bereber,  con la que mantenía conversaciones antes de tomar cualquier decisión. El día en que Mersida desapareció, es fama que se llevó una carta con las iniciales FFB y que dicha carta le sirvió como salvoconducto. Parece que fue esta Mersida – que en realidad se llamaba Mercedes Roca-, la que le habló de la baraka,  esa “mano providencial” que protegía al pequeño ferrolano del peligro. La baraka de Franco fue fundamental para el militar porque los moros lo idolatraban y lo consideraban un  protegido de Alá. Tan es así que un viejo miembro de la Guardia Mora afirmaba,  a principios del siglo XXI que “él dormía a la puerta de Franco para que a “Paquito” no le pasara nada”. Por si esto fuera poco, en su época marroquí, Franco contaba con un curandero de Tánger, miembro de una familia sefardita, que se llamaba Corintio Haza y que fue él el que le vaticinó que acabaría encabezando una sublevación armada. También Haza le recomendó la idea de usar el “Víctor”, usado por las universidades desde el siglo XV y basado a su vez en el Crismón cristiano  que se usaba en el Bajo Imperio. Pero la verdad, Franco pudo librase de todo: de los disparos de los rifeños, de la muerte por heridas, de las asechanzas de los jefes del Rif, pero de lo que no pudo librarse fue de su yerno el Marqués de Villaverde. Non omnes omnia possunt .

 



No hay comentarios:

Publicar un comentario