miércoles, 17 de octubre de 2018

GERONA DE GALDÓS O CÓMO SER CATALÁN Y ESPAÑOL Y MORIR DEFENDIENDO A TU PATRIA


Todos los años, cuando llega el otoño, don Benito Pérez Galdós me está esperando con alguno de sus Episodios Nacionales, esa manera maravillosa de contar la historia de España mediante esos personajes que, ya en la acción principal, ya en las acciones secundarias, se han convertido en miembros de mi familia. El de este mes de octubre tiene como protagonista a Gabriel de Araceli que recibe el relato de Andrés Marijuán, un maño de La Almunia de doña Godina, que estuvo en el sitio de Gerona. En aquella Gerona sitiada, nos encontramos con personajes entrañables como el doctor Pablo Nomdedeu, patriota español que deja su vida curando a los heridos en las calles. Y claro no podía faltar don Mariano Álvarez de Castro, el heroico defensor de la ciudad, el hombre que no dejaba que ni un solo gerundense se pasara a los franceses porque lo fusilaba. Cuando se lee este episodio galdosiano, hay algo que hace unos años no hubiera sorprendido: que los gerundenses lucharon contra los franceses por librar a España, repito a España, del yugo de els porchs, como los llamaban en catalán. Si ahora nos sorprende es porque nos han engañado; porque parece que no se puede ser catalán y español cuando han sido tantos los catalanes que han servido a España y, lo más importante, han creído en ella. Aquellas pobres gentes de Gerona cuyos cadáveres ocupaban la escalinata de la catedral de cien escalones, tenían clara conciencia de que habían muerto defendiendo a su rey Fernando VII (la verdad, no lo merecía, pero eso es otra historia) y luchando por España. Al doctor Nomdedeu no se le caen los anillos por nombrar a España, por sufrir por España, por amar a España.  Luego vino lo que vino y aparece Pujol que le advierte a Tarradellas de que no hable de España, pero no le advierte que su sucesor era un canalla de tomo y lomo que se llevaba para Suiza todo lo que pillaba; vinieron las esteladas que portan jóvenes y no tan jóvenes para los que la creación de una república catalana es cuestión primordial. ¿Qué ha ocurrido en Cataluña en estos ciento cincuenta años? ¿No seremos todos algo culpables aunque unos lo sean en grado sumo ( léase aquí los Piugdemones,  Torra y diversa fauna y otros lo sean por omisión. Creo que un examen de conciencia no vendría mal a todos en cuestión tan importante, pero lo dudo pues, para algunos, todo se reduce a un Madrid – Barça llevado hasta sus últimos extremos. ¡Qué pena de España y qué pena de Cataluña!



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