lunes, 29 de junio de 2015

TAN SÓLO POR LA LUZ LA SOMBRA EXISTE


Como en el caso que hace poco os comentaba de José Luis Parra, nada sabía de este poeta y cantautor madrileño que se llama Antonio Pastor Gaitero. De su libro, me enamoró el título tan rotundo: Tan sólo por la luz la sombra existe, un endecasílabo que decía, además, una verdad como un templo. Luego vinieron sus versos, antiguos, con ese sabor a vino con buena solera, a poesía de calidad. Y me gustó claro y le agradecí a ediciones Lastura ese buen ojo para publicar poetas de verdad ( los otros ya sabemos dónde publican y quiénes los publican). El 11 de junio pasado, en la caseta de Huerga&Fierro, leyó, entre otros, este poema:

Recibo la rutina que me asola

con el escudo que defiende el canto,

con el único escudo que levanto

a la luz y al color de la amapola.

 

La fuerza de tu mar, ola tras ola,

me protege de males con el manto

de tu sonrisa, al ritmo del encanto

que Ofenbach dejó en la Barcarola.

 

Día tras día intento al levantarme

pensando en ti, creer en la sonrisa,

mirando al sol que brilla en alcaceles.

 

Y me quedo en los labios que, al besarme,

me acercan a la sal que el mar precisa,

al cáliz que precisan los claveles.

 

Antonio Pastor Gaitero

 

¡Gracias, Maestro!

 

 

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