jueves, 26 de julio de 2018

LA FUENTE DE BANDUSIA




Ahora que ya nos ha entrado la Canícula, la perrilla en su traducción castellana, que, según el maestro Ruiz de Elvira, se llamaba Mera y  era la perra del ateniense Icario, el que recibió de Baco el arte del cultivo de la viña y de la elaboración del vino, estamos en la obligación de hablar un poco de este momento del año de calor abrasador que, según el Calendario Zaragozano, comienza el 23 de julio y termina el 2 de septiembre, es decir, aproximadamente  cuando aparece en el cielo el Can menor.  Y para esta época vienen bien estos conocidos versos de Horacio sobre la fuente de Bandusia, esa fuente que Horacio tenía en su finca de Sabina y que incluso se atrevía a desafiar a esta ardiente época del año con su linfa helada. Está escrita en asclepiadeos con el siguiente esquema métrico:

 

El primero y el segundo son gliconicos de doble núcleo; el tercero es un glicónico cataléctico o ferecracio y el cuarto un glicónico.

 

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O fons Bandusiae, splendidior vitro,

dulci digne mero non sine floribus,

cras donaberis haedo,

cui frons turgida cornibus

 

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primis et venerem et proelia destinat —

frustra, nam gelidos inficiet tibi

rubro sanguine rivos

lascivi suboles gregis.

 

te flagrantis atrox hora Caniculae

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nescit tangere, tu frigus amabile

fessis vomere tauris

praebes et pecori vago.

 

fies nobilium tu quoque fontium


me dicente cavis inpositam ilicem


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saxis, unde loquaces



lymphae desiliunt tuae.


 


¡Oh fuente de Bandusia, más brillante que el cristal,

digna de un dulce vino y de unas flores!

Mañana te regalarán un cabrito

al que su frente hinchada con los cuernos primeros

a combates de amor le destina.

En vano, pues el vástago  

del juguetón rebaño

manchará con su sangre roja

tus gélidos arroyos.

A ti, la hora atroz de la ardiente Canícula

no sabe tocarte; tú das el amable frescor

a los bueyes cansados del arado

y al ganado errante.

Serás tú también otra fuente de renombre

al cantar yo la encina que se alza

sobre las piedras huecas desde donde parleras

descienden tus aguas.

 

 

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