jueves, 19 de julio de 2018

LA TUMBA EN EL PRADO: EL LIED CON EL QUE CANETTI APRENDIÓ ALEMÁN.




DAS GRAB AUF DER HEIDE
 
Was stell'n sich die Soldaten auf?
Was eilt das Volk so wild zu Hauf?
Rosen blühen auf dem Heidegrab.
Gar finster blickt der Kommandeur
Hinab zum jungen Deserteur.
Rosen blühen auf dem Heidegrab.


Von einsam ferner Wacht entflohn'
Wird nimmer dem Soldat Pardon.
Hier wo Du kniest, hier wo Du stehst,
Vom Leben Du zum Tode gehst.
Zum Tode geht's, ich hab's gewußt;
Lebt wohl ihr Brüder! Hier die Brust!


Kommt zu der fernen Heimat ihr,
Dann grüßt die Herzgeliebte mir.
Ich hatte auf der fernen Wacht,
Herzinnig just an sie gedacht.

Da ging ein Wanderbursch vorbei,
Der sang ein Lied von Lieb' und Treu
's war jenes Lied, das sie mir sang,

 
Als noch mein Arm sie oft umschlang.
Es klang so süß, ich hielt's nicht aus -
Eh' ich's gedacht - war ich zu Haus'.
Das Lied, es klang so wohlbekannt,
Es war ein Lied vom Vaterland.
 
Das Lied, es hat's mir angetan,
Schuld hat allein der Wandersmann.
Zum Tode geht's, ich hab's gewußt:
Lebt wohl ihr Brüder! - Hier die Brust.

Still schweigend winkt der Kommandeur -
Ein Jünglingsherz, es schlägt nicht mehr.

 
Rings wird es still - Die Nacht beginnt;

 
 
 
 
 
 
 
Mit Gras und Blumen spielt der Wind. -
Rosen blühen auf dem Heidegrab.
 
 














LA TUMBA EN EL PRADO
 
¿Por qué forman los soldados?
¿Por qué la gente furiosa se abalanza?
Rosas florecen sobre la tumba del prado.
Mira el comandante sombrío
hacia el joven desertor.
Rosas florecen en la tumba del prado.
 
 
Huido del solitario puesto de guardia
jamás se perdonará al soldado.
Aquí donde te arrodillas, aquí sonde estás,
aquí pasarás de la vida a la muerte.
Moriré, ¡ya lo sabía!
¡Buena suerte, hermanos!¿Aquí está mi pecho!
 

¡Id a mi lejano país
y saludad a mi novia!
Yo estaba en mi lejano puesto de guardia
y en el fondo de mi corazón pensaba en ella.

Pasó por allí un joven vagabundo
y me cantó una canción de amor y fidelidad.
 
 
Era siempre esa canción la que me cantaba
cuando tan dulcemente la abrazaba;
y yo pensé que estaba en casa.
¡Qué conocida me resultaba aquella canción!¡Era una canción de mi tierra natal!
 
Aquella canción me hechizó
y la culpa la tiene aquel vagabundo.
Moriré, ¡ya lo sabía!
¡Buena suerte, hermanos!¿Aquí está mi pecho!
Siempre en silencio mira el comandante:
¡un joven corazón ya no late más!
 
 
Se hace el silencio alrededor- Viene la noche.
 
 
 
 
 
 
 
Con la hierba y las flores, el viento juega.
Las rosas florecen en la tumba del prado.

 

            Cuenta Elías Canetti en La lengua absuelta que escuchaba este lied en la casa de su padres y que le impresionó vivamente. Tanto es así que – dice el autor búlgaro-,  las primeras palabras de alemán, la que iba a ser su lengua de expresión literaria y la que había sido la lengua de amor de sus padres que, enviados desde Bulgaria a Viena al colegio, se habían conocido y se habían amado en alemán. Que yo sepa,  creo que es la primera vez que se traduce al castellano que era la lengua materna de Canetti pues,  descendiente de judíos sefarditas,  el castellano antiguo del siglo XV era la lengua que se hablaba en su casa.

         Perdonad los muchos errores que de seguro tiene mi traducción. No tiene otra finalidad que acercaros la niñez de Canetti.

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