lunes, 17 de junio de 2019

EL MARINO RUSO QUE LLEGÓ A FERROL


Un marino ruso llega al puerto de El Ferrol. El marino ruso ya había estado en España allá por 1864 cuando era cadete de la Armada Rusa en el buque “Alma”. Ahora estamos en 1880, ha venido en el “Livadia”, se baja del barco, está unos pocos días y regresa a bordo. Habrá visitado tabernas, habrá escuchado una gaita en alguna romería y a algún paisano entonando un alalá. Poco más. Cuando este marino regresa a su tierra, guiado por la fama de la Sinfonía española de Lalo, se decide escribir un Capriccio Español. Creo que no hace falta que os diga que el marino ruso era Nikolai Rimsky Korsakov, el mejor orquestador del siglo XIX según se repite de boca en boca. En dicha obra aparece, sobre todo, folklore asturiano y una canción andaluza. Vamos por partes.


Los temas asturianos son la Alborada asturiana para gaita y tambor,  la Danza prima asturiana ¡Válgame Señor San Pedro! y el Fandango de Pendueles. Las tres canciones asturianas están recogidas en el Cancionero de Inzenga del que hablaremos en una entrada aparte. Además tenemos un fandango asturiano del que os hablaré unas líenas más abajo por la relación que tiene con una película de Pedro Almodóvar. La canción andaluza es Permita la Virgen pongas tu querer.    Desde entonces, este Capricho español sigue sonando y es, desde luego muy famoso. Se me viene a las mientes la escena de Mujeres al borde de nervios en la que Carmen Maura quema la cama; pues bien, la música que suena pertenece al  Fandango de Pendueles del que ya hemos hablado y que forma parte del Capriccio Este Fandango también proviene del cancionero de Inzenga.

         Que se sepa, el marino ruso ya no volvió a nuestro país y no hizo nunca lo que hizo su compatriota Glinka que sí que recorrió España y fue anotando canciones populares como un Joaquín Díaz cualquiera. Eso sí, el Capricho le quedó precioso y es una gozada escucharlo. Os lo juro.


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