lunes, 17 de junio de 2019

EL TXIKITO DE OTXANDIANO


Esta es la historia de un txiquito de Ochandiano que,  a los siete años se fue con sus padres a Medina de Pomar, en Burgos, en donde empezó a estudiar música. Como el txiquito prometía, fue para Burgos y allí estudió en su conservatorio. Cuando le tocó ir al servicio militar, el txikito se las había apañado, sacando unas oposiciones a una banda militar, para ir como músico y en aquella banda coincidió con otros miembros de la Generación del 1951 como Cristóbal Halfter, Manuel Angulo o Ángel Arteaga. El txikito de Otxandiano fue, poco a poco, convirtiéndose en un grandísimo músico y empezó a componer un catálogo envidiable del que voy a extraeros tan sólo varias obras:a partir de 1980:

Variantes combinadas (Música de cámara); Sinfonía número 2.; Galatea, Rocinante y Preciosa; Koankinteto; Variantes combinadas. : Sinfonía número 3. o su Scherzo y Fantasías.

Compuso la música para ochenta y dos películas, pero hay una serie que para una generación de españolitos resulta absolutamente inolvidable: Verano Azul del también vasco, de Lasarte, Antonio Mercero. Bueno pues ya sabéis ahora que el txikito de Otxandiano fue el compositor de esa banda sonora que en ocasiones aflora en las tardes de verano cuando nos creemos que estamos con los chavales de la pandilla cantando con Chanquete. Ya os dejo porque me pongo sentimental.

¡Se me olvidaba! El txiquito de Otxandiano se llamaba Carmelo Bernaola.

 



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