miércoles, 2 de agosto de 2023

EL DIOS ABANDONA A ANTONIO (I)

 

De todos los pasajes de Plutarco de Queronea, quizás ha sido éste el que más juego literario ha dado. Lo primero de todo es ver el texto del autor griego que está sacado de las Vidas Paralelas de Demetrio y Antonio, capítulo LXXV, 4-6

ἐν ταύτῃ τῇ νυκτὶ λέγεται μεσούσῃ σχεδόν, ἐν ἡσυχίᾳ καὶ κατηφείᾳ τῆς πόλεως διὰ φόβον καὶ προσδοκίαν τοῦ μέλλοντος οὔσης, αἰφνίδιον ὀργάνων τε παντοδαπῶν ἐμμελεῖς φωνὰς ἀκουσθῆναι καὶ βοὴν ὄχλου μετ' εὐασμῶν καὶ πηδήσεων σατυρικῶν, ὥσπερ θιάσου τινὸς οὐκ [75.5] ἀθορύβως ἐξελαύνοντος· εἶναι δὲ τὴν ὁρμὴν ὁμοῦ τι διὰ τῆς πόλεως μέσης ἐπὶ τὴν πύλην ἔξω τὴν τετραμμένην πρὸς τοὺς πολεμίους, καὶ ταύτῃ τὸν θόρυβον ἐκπεσεῖν [75.6] πλεῖστον γενόμενον. ἐδόκει δὲ τοῖς ἀναλογιζομένοις τὸ σημεῖον ἀπολείπειν ὁ θεὸς Ἀντώνιον, ᾧ μάλιστα συνεξομοιῶν καὶ συνοικειῶν ἑαυτὸν διετέλεσεν.

         Os traduzco el texto griego con una traducción lo más clara posible:

 

Se cuenta que, al filo de aquella medianoche, estando la ciudad sumida en un silencio triste a la espera de lo que estaba por llegar, se escucharon, de pronto, los sonidos de instrumentos de todo tipo y el clamor de una muchedumbre que gritaba y que danzaba a la manera de los sátiros, exactamente igual a que si saliera, acompañado de un gran tumulto, un cortejo de Dionisos; su recorrido empezó en el centro de la ciudad y, desde allí, llegó hasta la puerta exterior que daba al campo del enemigo y, en ese sitio,  el tumulto, después de alcanzar su punto álgido, cesó. En opinión de quienes examinaron esta señal, Antonio había sido abandonado por el dios con el que más había tratado de identificarse y asimilarse.

         Se trata, como podéis leer, de una especie de visión que sucedió en Alejandría el 31 de julio del año 30 a. C. Estando la ciudad sitiada por Octavio, los habitantes de tan hermosa polis, egipcia por su geografía pero griega de fundación y corazón,  escucharon y vieron este extraño cortejo del dios Dionisos que era el dios con el  que Antonio se identificaba. Ensoñación, alucinación colectiva o lo que fuere, lo cierto es que Antonio ya no levantó cabeza y se acabaría suicidando poco después. Bueno, pues visto el “texto madre” podemos pasar a tratar de sus “hijos” en próximas entradas.

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