miércoles, 1 de marzo de 2023

LA SIMBOLOGÍA EN LORCA

 


Aprovechando unos días de baja por un problema “motórico”, voy a intentar explicaros, basado en Miguel García –Posada, el gran conocedor de la obra del poeta granadino, la simbología en la poesía de Lorca.

         En su espléndida introducción a sus Poesías completas que publicó Akal allá por 1979, el profesor García Posada, que, por cierto, fue catedrático de Enseñanza Media y, por tanto, una prueba evidente de que, desde la “modesta  Enseñanza Media”, y no sólo desde la “santa Universidad”,  también se pueden llevar a cabo investigaciones de fuste, dice así con referencia a los símbolos lorquianos por excelencia.

a)    LUNA

-         Muerte. Recordemos la luna que va a la fragua con su polisón de nardos para llevarse al niño gitano.

-         Símbolo y agente de Eros y, por tanto, símbolo de la fecundidad. Así en la poesía dedicada a San Gabriel, la luna se presenta en la descripción de la gitana que como una virgen calé ha recibido la visita del arcángel:

 

(…) bien lunada y mal vestida

 

-         Encarnación de la belleza.

 

Granada era una luna

ahogada entre las yedras.

 

b)     AGUA

El agua tiene dos significados:

a)    Positivo: Se produce cuando es agua que corre, agua en movimiento del mar o de los ríos. Así lo vemos en la danza orgiástica de Yerma:

 

¡Ay, qué desnuda estaba la

la doncella en el agua!

Es el baño de las mujeres en Galicia en las playas como La Lanzada que tiene el sentido mágico de proporcionar la fecundidad a las estériles.

 

b)    Negativo: Se produce en el agua estancada o parada. Así en pozos, estanques o albercas. Bernarda Alba dirá que el pueblo es un pueblo sin río, un pueblo de agua de pozo para “justificar” su maldad, su deseo de muerte. En la Casida del herido por el agua, leemos:

 

(el corazón del niño) está pasado

por el punzón oscuro de las aguas.

 

C)    SANGRE

            Vemos en la sangre la sexualidad (recordemos el rito gitano del pañuelo que sale manchado de sangre en la mujer virgen al desflorarla y, unido a la sexualidad, está la fertilidad. Por el contrario, la sangre derramada es la muerte. Por eso, Federico no quiere ver la sangre derramada de Ignacio Sánchez Mejías.

 

D)    CABALLO.  Aunque ya hemos hablado en una entrada anterior, merece la pena volver a él.

         a) Vida. La encontramos en el caballo garañón de La casa de Bernarda Alba. Recordemos que cocea en la cuadra lleno de deseo provocando a su vez el deseo de las hijas. Por tanto, sería un trasunto de Pepe el Romano, el “macho” que, aunque no aparece en la obra, es fundamental en la misma.

         b) El caballo también puede ser muerte y así lo encontramos en los “caballos negros” que pueblan la poesía de Federico:

            Caballito negro.

            ¡Dónde llevas tu jinete muerto?


 

 

E)    HIERBAS. Generalmente en Lorca son sinónimo de muerte:

       (…) porque cicutas y ortigas

            nacerán de tu costado.

 

En el muy famoso Romance del emplazado.

 

F)   METALES

            Son sinónimo de muerte y tienen su apoteosis en el cuchillo que tanto aparece en la poesía y en el teatro lorquiano. Así, sin más, se me viene el cuchillo de Bodas de sangre o los cuchillos y navajas de Albacete en el Romancero gitano.

            Más simbolismos hay en Lorca referidos incluso a ciudades:

            Sevilla es lo dionisíaco / Córdoba, la muerte / Granada, la melancolía del agua quieta.

            Lo más importante es que, tras este somero análisis (remito a la obra de García - Posada para un conocimiento más exhaustivo) vamos a disfrutar  aún con más deleite de lo que disfrutamos de su excelente poesía.

 

 

 

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