domingo, 16 de octubre de 2022

CORÍN TELLADO

 


Si algún intelectualoide de los que pueblan las redes pensaba que no me iba a atrever a hablar de Corín Tellado, se ha equivocado de medio a medio, pero sí tengo que aclarar que jamás he leído a esta asturiana y que en mi casa tampoco se la leyó jamás pues,  aunque mi abuela Patro sí era amiga de los seriales (recuerdo Simplemente María con la maravillosa música del Concertino para guitarra de Salvador Bacarisse),  no se metió nunca a leer a la Tellado. Quizás el que su padre, mi bisabuelo José María, la llevara a ver los estrenos de Lorca en Madrid con la Xirgu la hizo inmune a este tipo de literatura.

         Vamos al lío. Nos guste o no, Corín Tellado es la escritora que más libro ha vendido en España después de Cervantes. Estas cosas pasan en las mejores familias y os tengo que recordar que el diario más vendido en España fue el AS que, junto con la revista Interviú, llegaban con facilidad al millón de ejemplares. ¿Qué cuántos libros vendió la Tellado?  Pues agarraos los machos: 400.000.000 de ejemplares. Sí, habéis leído bien. Su número de novelas asciende a 2243 sin contar los relatos para revistas como Variedades.  Con razón le dieron la Medalla al Mérito en el Trabajo en 1998. Lo más curioso de todo es que ella no reconocía escribir novela rosa:

“Ni soy romántica ni escribo novelas románticas. Soy positiva y sensible, y escribo novelas de sentimientos, que no es lo mismo. Para mí, la novela puede ser sentimental, no me molesta que me encasillen en la novela rosa, pero es evidente que muchos ignoran que la denominación rosa procede de cuando las tapas de la novela eran de ese color. El amor nunca pasa de moda y aunque mis novelas puedan parecerse entre sí, todas son diferentes. El desamor es lo que más está presente en ellas”.

         Corín (que era un hipocorístico de Socorrín, diminutivo de Socorro) apenas describía en sus novelas y su estilo era absolutamente directo. Ella misma nos cuenta de su facilidad para encontrar tema:

“Yo hilvano un argumento en 5 minutos. Las historias de la vida cotidiana me inspiran. Yo recopilo las vivencias de la calle y las acoplo a mis cosas. Mis personajes tienen una tremenda humanidad. Hay muchas chicas que en la vida real han vivido lo que viven mis personajes. Yo adorno con fantasía las realidades, siempre escribo de gente de la alta sociedad, rodeada de lujos”.

         Las novelas de Corín Tellado acaban siempre en Boda y ella misma de nuevo nos cuenta sus aventuras con la censura franquista:

“A insinuar me enseñó la censura, porque decía las cosas claras y eso me lo rechazaban. Hubo meses que me rechazaron hasta 4 novelas. Algunas novelas venían con tantos subrayados que apenas quedaba letra en negro. Me enseñaron a insinuar, a sugerir más que a mostrar. Aprendí a contar lo mismo pero con sutileza, así nunca me dejé nada por decir”.

 

         No os extrañe que dijera estas palabras con las que cierro esta entrada:

 

         “He sacrificado mi vida a la literatura. Me hice daño a mí misma. Pero dejaré de escribir, cuando me caiga la cabeza sobre la máquina. Yo no me rindo”.

         Y así fue pues pese a que desde 1995, recibía todas las semanas tres sesiones de diálisis peritoneal, siguió dictando a su nuera y murió casi sobre la máquina de escribir. Eso sí, en el 2000, Corín Tellado publicó una novela en Internet, la red de redes.

         Pero antes de cerrar la entrada, decir que supo adaptar sus novelas a los tiempos y en las últimas hablaba de maltrato, drogadicción, independencia de la mujer o infertilidad.

         Se me olvidaba también deciros que había nacido en Viavélez, una parroquia de El Franco, en Asturias y que murió en Gijón en el 2009. Su nombre para el siglo fue María del Socorro Tellado López.

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