miércoles, 10 de junio de 2020

EL PRIMO BASILIO. ¡QUÉ GRAN NOVELA!


En esta ocasión, el señorito aburrido se llama Basílio de Brito y la chica, que se aburre porque su esposo se había ido al Alentejo para trabajar en un negocio de minas, se llama Luísa. Para el caso es igual y tanto da que da lo mismo Lisboa, Madrid o Vetusta. Por si alguien no lo ha cogido, estoy hablando de una novela fabulosa: El primo Basílio de José maria Eça de Queirós. Eça, con ese portugués sublime del que hace gala, escribe una novela que te engancha desde el principio y la escribe no de cualquier manera (también enganchaba Marcial Lafuente Estefanía), sino con un estilo genial: ironía, descripción minuciosa de la sociedad lisboeta, humor, cambios de registro del habla, sensibilidad y, por no seguir, una capacidad asombrosa de poner en solfa a tanto señorito que se pasaba todo el santo día sin dar ni palo y, eso sí, criticando a Portugal, cuando, como dice Eça, es su país el que les permite que puedan seguir haciendo sus calaveradas. No estoy diciendo que en París no haya calaveras (recordemos la carta de Valera a padre Coloma defendiendo, frente a las francesas, la moral de las españolas), pero lo que sí digo es que esos calaveras aman a Francia y no reniegan de ella. El señorito de Brito , que tiene querindonga en París de la France, pone a parir a la sociedad lisboeta, pero se aprovecha de ella. En fin, dejemos estas divagaciones y vayamos al grano: al igual que en Fortunata y Jacinta o en La Regenta, de Brito, que conquista a su prima porque se aburría en Lisboa y porque no se había llevado a su querida parisina, acaba destruyendo un matrimonio en donde un buen marido (Jorge), que quiere a su mujer y que incluso la perdonará cuando sepa de sus devaneaos con el primo en el Paraíso, el nidito de amor que Basílio prepara en Lisboa, acaba viudo porque Luísa acaba muriendo de dolor y de remordimientos. ¿Y el primo Basílio? Pues tan pancho. Cuando se entera al ir a la casa a buscarla, se queda como el del romance: “que le daba igual”. El vizconde que le acompaña, de su mismo jaez, le dice que la prima era un embrollo y una pesadez y Basílio le contesta que, si lo hubiera sabido, ( lo de que su prima se ha muerto) se hubiera traído a su Alphonsine. En verdad, que es para verle en la calle y decirle, en portugués o en castellano, ese insulto en que injustamente se asocian las acciones del hijo con las de la madre.  En fin, lo dejo que me he acalorado un poco con esta historia.


No hay comentarios:

Publicar un comentario