jueves, 18 de junio de 2020

FILOCTETES, UN ROBINSON CRUSOE AVANT LA LETTRE



¡Pobre Filoctetes, solo en la isla de Lemnos porque sus compañeros  no podían soportar el fétido olor que desprendía su herida del pie! Merece la pena que conozcamos un poco más su vida.
         Filoctetes era hijo de Peante, rey de la ciudad de Melibea en Tesalia,  y de Metone o Demonasa. Fue pretendiente de Helena de Troya antes de que la muy conocida joven se casara con Menelao, rey de Esparta. Luego vendría lo que vino, pero no es el momento ahora. Acudió Filoctetes a la toma de Troya, pero antes hubo un acto en su vida que lo marcó: ayudó a  Heracles al prender fuego la pira funeraria del tebano en el monte Eta. Heracles,  en recompensa, le dejó sus flechas, que estaban envenenadas con el veneno de la Hidra de Lerna, y su arco. Esas flechas y ese arco eran fundamentales para la toma de Troya.
         Bueno pues ya tenemos a Filoctetes camino de Troya con sus flechas venenosas e implacables. Paran en una isla a hacer aguada y una serpiente,  enviada por Hera como castigo por haber a ayudado a su muy odiado Heracles, le pica en un pie. Filoctetes, presa de terribles dolores, se pasaba el día quejándose a grandes voces; por si eso fuera poco, un fétido olor se desprendía de la herida purulenta. Cansados los aqueos de tanto grito y tanta peste, ni cortos ni perezosos, lo desembarcan en la isla de Lemnos en donde el pobre Filoctetes será un Robinson  Crusoe avant la lettre. Nadie se acordaba de él ni de sus sufrimientos en la soledad en los montes de Lemnos hasta que las cosas en Troya no iban nada bien y entonces se acordaron los griegos de aquél oráculo que había predicho que, para tomar Troya, era necesaria la presencia de Filoctetes con su arco y sus flechas. ¿Qué hacer? Pues ir a buscarlo. ¿Quiénes de los aqueos? Pues Neoptólemo, hijo de Aquiles, y el propio Odiseo, el de los mil ardides.
         Llegan a la isla de Lemnos y Neoptólemo lo engaña diciéndole que va camino de Esciros en donde seguía viviendo su madre Deidamía, hija del rey Licomedes con quien recordemos que se había refugiado Aquiles disfrazado de chica para no ir a la guerra de Troya y recordemos también que fue Ulises el que lo descubrió al ir disfrazado de buhonero y sacar,  entre las alhajas y baratijas, una espada a la que el héroe aqueo se lanzó con ansia. Es decir, que Aquiles y Deidamía, aunque el primero estaba disfrazado de chica, tuvieron una relación de la que nació este chavalillo al que también llamaban Pirro. Al final, el huérfano de Aquiles le dice la verdad y, como es lógico, Filoctetes decide no ir a Troya con ellos, pero la aparición de Heracles (Deus ex machina llamaban esto los griegos) le convence de lo contrario y embarca con Ulises y Neoptólemo camino de Troya.
         Ya en Troya, es curado por los hijos de Esculapio, Macaón y Podalirio y se dedica a combatir. De su arco saldrá la flecha que matará a Paris  que, a su vez, había matado a Aquiles. Otras fuentes dicen que no murió al momento, sino que envió un mensajero a Enone, su primer amor, que no quiso ir a verlo, pero que luego, pensándolo mejor u obedeciendo a razones amorosas, fue, pero con tan mala suerte que llegó cuando Paris había expirado. Enone, desesperada, se suicida. Pero sigamos con Filoctetes.
         Acabada la guerra, Filoctetes inicia su regreso στος), pero no vuelve a su tierra Tesalia, sino que termina en la Campania. Aquí lo conocerá Telémaco, según cuenta Fenelón en sus Aventuras de Telémaco.  Y en  la Campania murió no sin antes haberle ofrecido su arco a Apolo en un santuario que él mismo había fundado: el santuario de Apolo Aleo.
         Espero que os haya gustado la historia. Don Antonio Ruiz de Elvira lo hubiera hecho mejor, pero non omnes omnia possumus.


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