lunes, 23 de marzo de 2020

LA MÚSICA PIMBA


Cuando el doctor Ernesto Jesús Guerra Linares, natural de El Salvador, le saca un tapón a una señora en su consulta del  Paseo Zorrilla de Valladolid, siempre le dice: “Mire, esto es lo que tenía en el oído. ¡No sólo van a tener cosas bonitas las mujeres!” Con lo cual queda demostrado que es salvadoreño y no de Valladolid porque esa broma tan alegre en la ciudad del Pisuerga podría acabar en el primer juzgado de guardia que estuviera abierto. Pero vamos al tema. Lo de guerra Linares viene a cuento porque también Portugal, meu querido Portugal tenía que tener alguna cosa fea y, para mí, lo feo de Portugal es la conocida como música pimba. ¿Qué es la música pimba? Pues una música muy popular en nuestro país vecino  en cuyas letras se juega con un doble sentido casi siempre sexual barriobajero. Tan sólo voy a sugerir ejemplos, sin darlos porque rebajaría el buen gusto de este blog a niveles de Telecinco.

         Vaya un ejemplo: Queres kétchup, Pedro? Pronunciado en portugués y forzando un poco las cosas, vendría a decir : ¿Quieres que te (la) chupe, Pedro?  Pura poesía de Pessoa, José Régio o Quental como podéis ver.

         Ya sé que también Catulo tenía versos “guarros” (no entremos en detalles, por favor),  pero después se descolgaba con “versos gongorinos” que elevaban el nivel ad astra;  y también sé que comparar a Catulo con Quim Barreiros y sus “picadas” de barbeiro no es de recibo. Pero en algo hay que pasar los días de confinamiento.

         Esta música gusta mucho en las fiestas  de los pueblos portugueses y yo, puesto que ya estamos cerca del Apocalipsis zombie, confesaré que me gustaba escuchar a Quim  Barreiros cantando A cabritilha con esa letra que ni el mismo Graça Moura  hubiera mejorado:

Eu gosto de mamar nos peitos da cabritilha!

         Pecados de juventud.


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