sábado, 11 de abril de 2020

MARIO MONREAL Y LAS LILAS


Quizás porque abril ya ha pintado las lilas del jardín, quiero volveros a hablar de Mario Monreal, el gran pianista valenciano del que os hablé hace ya más de dos años. Monreal, seguidor de la estela de grandes pianistas y músicos valencianos entre los que destaca José Iturbi, muy buen pianista al que no se le perdona la gran fama que obtuvo en Hollywood y se le intenta obviar tan pronto como surge su nombre, Monreal nos regaló a los fieles de la Fundación March la integral de Chopin, autor del que era consumado especialista. En este mes de abril, al reescuchar un disco de Askhenazy interpretando una selección de obras del músico polaco, he vuelto a recordar, una vez más, aquellas mañana de lilas y jardines del barrio de Salamanca. Luego, para volver a casa, había que pasar por la iglesia de los Oblatos, bajar Diego de Léon, cruzar Velázquez con la cafetería Chikito, tan vasca y tan madrileña, y pasar por la panadería de los Somoza, aquellos que trajeron el pan de Porriño hasta los madriles. Y al sonar la Fantasía – Impromptu, me he vuelto a ver sentado en el suelo del pasillo del salón de actos de la Fundación y he visto a don Mario al piano y César y Vicente hablando conmigo mientras nos tomábamos unas cañitas en un bar cercano. Éramos asquerosamente jóvenes y la vida era un enigma sin resolver. Pero, siempre, siempre , nos quedará la música de don Federico y las manos, tan valencianas,  de don Mario Monreal.


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